Chung Chang-Sup fue una figura destacada del movimiento monocromático Dansaekhwa, cuya obra fue un reflejo de su creencia taoísta de que el artista debe equilibrar el material y la naturaleza en el acto unificado de hacer para alcanzar la armonía.
Return One-G, 1977. Fuente: Kukje Gallery, Seoul.
Nacido en 1927, el difunto artista perteneció a la llamada "generación de la fundación" en Corea, que no solo tenía el potencial, sino que también enfrentó la cuestión de restablecer la nación a raíz de la colonización japonesa que terminó en 1945, y la Guerra de Corea, que tuvo lugar de 1950 a 1953.
La aparente tarea de Chung, un graduado de la Universidad Nacional de Seúl, fue la de reinventar la identidad nacional con su arte creando un estilo coreano distintivo a partir de su conciencia artística y brillante sensibilidad.
A través de materiales como el papel de mora coreano que utilizó como vehículo de su arte, Chung llevó a cabo una composición que recuerda a los primeros avances en el arte abstracto, dándole un sentido de equilibrio que encarna más una esencia taoísta a través del movimiento monocromático Dansaekhwa, una síntesis del espíritu tradicional coreano y la abstracción occidental que surgió a principios de la década de 1970.
Aunque este estilo de pintura coreano nunca se ha definido con un manifiesto, los artistas afiliados a él comparten principalmente una paleta restringida de tonos neutros,como blanco, beige y negro, de ahí el término general dansaekhwa, que significa color único.
Dado que para el pintor coreano era indispensable que el artista pueda equilibrar el material y la naturaleza en el acto unificado de hacer para alcanzar la armonía, fue uno de los prinicipales mentores del movimiento que surgió como reacción al arte informal y al expresionismo abstracto, buscando limpiar el arte de la autoexpresión o la efusión emocional que solían llevar los trazos simples y los colores vibrantes.
Sympathy 33, 1968. Fuente: Kukje Gallery, Seoul.
Como parte de la primera generación de artistas educados en Corea después de su liberación, Chung Chang-Sup es, al final, un padre de la pintura abstracta que experimentó con Art Informel, pintura monocromática y minimalista en una búsqueda permanente de la identidad del arte coreano.
A pesar de su muerte en Seúl en 2011, continúa siendo especialmente conocido por sus pinturas en papel de morera dakjongi, o obras de tak (corteza de morera), producidas al adherir fibras húmedas extraídas de la corteza del árbol directamente sobre el lienzo.
Todas las posibilidades del papel tak coreano se exploran en la serie Meditación, que se extendió desde principios de la década de 1990 hasta la muerte del artista en 2011.
Al golpear y amasar el lienzo, sin saberlo, de acuerdo al difunto pintor, ponía su aliento, olor y finalmente alma en el proceso, convirtiéndome así en parte del proceso mismo. Una vez en sintonía con la visión del pintor, el espectador puede llegar a descubrir luces deslumbrantes que son profundamente reconfortantes.
Cuando era joven, lo primero que veía al despertar era la suave luz del sol penetrando a través de una ventana de papel tak. (...) A través de esa pantalla de tak paper, uno puede sentir distintivamente el viento, la luz y el fluir del tiempo fuera de su habitación, lo que nos permitió experimentar tanto la sensación de estar dentro como fuera. Este es el reino de la creación sin intención de crear.