Zhu Wei es el pintor de tinta china contemporáneo más famoso del mundo y el explorador más importante de dicha forma de arte.
Nacido en Beijing en 1966, Zhu Wei es conocido por ser uno de los primeros artistas chinos contemporáneos en ser reconocido a escala internacional.
Antes de dar este salto como un artista que ha producido obras de manera constante durante casi tres décadas, ingresó al ejército cuando era adolescente y luego produjo arte de propaganda antes de estudiar en la Academia de Cine de Beijing y el Instituto de Arte de China, donde descubrió las infinitas posibilidades de su pincel, así como del alcance de sus mensajes.
Entre el vasto y destacado grupo de artistas chinos contemporáneos, Zhu es uno de los pocos que no ha dejado de utilizar la técnica tradicional de pintura con tinta para representar los paisajes sociales de la China moderna.
Sus trabajos compensan un área que a menudo se ha pasado por alto en el arte chino contemporáneo, un arte que tiene elementos de pintura local pero también dotes de las evoluciones que ha marcado el color a través de los años, y especialmente en su país, que respiraba los impactos de la Revolución Cultural y comunista.
Tras su graduación de las fuerzas bélicas de su país, el joven decidió perseguir su destino de artista, por lo que comenzó a pintar adoptando un lenguaje meticuloso de pintura con tinta, Gong-bi, cuando muchos nuevos artistas chinos estaban trabajando en pinturas al óleo de "pop político" y "realismo irónico".
Fuente: Kristin Hjellegjerde Gallery
Estos esfuerzos le permitían a Zhu explorar la posibilidad de reflejar la vida política y social china contemporánea con tinta y agua, meticulosas tradicionales de la pintura china.
Su tenacidad fue un elemento vital, ya que en poco tiempo completó series representativas que se colocaron rápidamente en las paredes de las galerías, dándole un renombre importante entre sus colegas.
Volcó sus intentos a la investigación como método para mejorar las posibilidades de que el arte contemporáneo sea relevante en China, y con estos intentos lo conviertió en un fenómeno sustancial que permite al mundo ver pinturas con auténticos orígenes orientales, leer sus valores, pensamientos contemporáneos y, sobre todo, su poder.
Al final, el dramático contraste entre el lenguaje del arte tradicional y los motivos sociales políticos contemporáneos hace que su arte sea irresistiblemente atractivo, además de un digno esfuerzo por preservar la cultura de su nación, especialmente ahora que la ciencia y la tecnología se han extendido tanto, poniendo en riesgo, de acuerdo al artista, la identidad de la sociedad.
En la actualidad, para Zhu Wei, pocos de los llamados artistas contemporáneos se dedican a la pintura con tinta y agua, y algunas de las exposiciones contemporáneas a gran escala excluyen elementos tan tradicionales como la tinta y el agua por completo, porque les preocupa que tales obras puedan estropear el sentido de la modernidad y la moda.
Para Zhu, las técnicas como colorear, delinear, mezclar y otras, siguen siendo las características fundamentales de lo tradicional, y trabajar en un entorno y un trasfondo social es vital para comunicar un mensaje digno por y para las artes.