Louise d’Epinay es recordada como una figura de las letras, miembro de la acomodada burguesía parisina, que rara vez abandonó París excepto para una estancia de dos años en Ginebra, pero su historia esconde una historia de búsqueda por el conocimiento y su propia voz en los tiempos de mentes brillantes,
Nació en la fortaleza de Valenciennes, donde su padre, Tardieu d'Esclavelles, un brigadier de infantería, era comandante en jefe. Después de que muriera en batalla, cuando ella tenía apenas 10 años, la pequeña Louise fue enviada a París al cuidado de una tía, que estaba casada con Louis-Denis de La Live de Bellegarde.
A pesar de estar condenada a una educación embrutecedora, aprovechó su talento y capacidad de observación y análisis para comenzar a practicar la escritura.
En 1745, realmente bajo obligación, se casó con su primo Denis Joseph de La Live d'Épinay, quien se adueñó de un importante puesto militar.
Aunque su matrimonio fue infeliz, aguantó a su marido para luego divorciarse y obtener una separación formal de bienes.
En mayo de 1749, se instaló en el castillo de La Chevrette en el valle de Montmorency, a pocos kilómetros al norte de París, y allí recibió varios visitantes distinguidos, con quienes creó una valiosa amistad.
Como amiga de los enciclopedistas, su hogar atrajo a algunas de las mentes más brillantes de su tiempo, por lo que se convirtió en uno de los puntos de reunión más importantes de su época, donde mentes como las de Duclos, D'Holbach, Grimm, Galiani, D'Alembert y, por supuesto, Jean-Jacques Rousseau asistían.
Fuente: Facebook | goodreads
Siendo mayormente autodidacta, pero no por elección, su educación informal le sirvió para fortalecer su determinación de mejorar las oportunidades educativas para las generaciones futuras de mujeres, mientras que su verdadera formación comenzó a lado de las mentes anteriormente mencionadas, que hicieron mucho por mejorar su autoestima y fomentar sus talentos creativos confiándole con su Correspondance littéraire.
Durante estos años, D'Epinay no era simplemente l'amie des philosophes, también se hizo una escritora talentosa y prolífica. Aprovechó más que nunca las circunstancias y empezó a escribir sobre educación y una novela autobiográfica que describe la vida en las clases altas durante la Ilustración.
Entre 1770 y 1775, Louise d’Epinay escribió más de 40 obras literarias críticas y reseñas donde chocan sus ideas sobre moralidad, formación de sus hijos, atención y preparación ante la ignorancia, y muchos temas más, lo que le dieron reconocimiento como formadora y hasta filósofa.
Se formó como autora de una notable novela autobiográfica de 1,800 páginas, Histoire de Madame de Montbrillant, que no se publicó hasta mucho después de su muerte, y también escribió Les Conversations d'Emilie, una serie de animadas conversaciones entre una madre y su hijo, publicada por primera vez en 1773.
Louise d'Epinay con Sophie d'Houdetot. Fuente: Facebook | goodreads
Poco antes de su muerte en 1783, una versión ampliada de esta segunda obra recibió el Montyon Prix d'Utilité de la Académie Française por sus contribuciones a los campos de la pedagogía y el cuidado infantil.
Con los años, su relación con Rousseau se hizo particularmente importante y compleja, ya que de ser su amiga íntima pasó a ser su acérrima enemiga. Durante los últimos 30 años de su vida, estuvo comprometida con él en una intensa rivalidad intelectual y literaria que desafió su estrecha visión del papel y las capacidades de la mujer.
A lo largo de los años, ambos se convirtieron en figuras de autoridad rivales en la cuestión de la educación de la mujer y su adecuado papel en la sociedad.
A pesar de que murió a la edad de 57 años, el 17 de abril de 1783, después de publicar sus pocas obras de forma anónima, hoy no solo debe conocérsele principalmente como autora de obras semificticias memorias y amiga de Rousseau, Diderot y Voltaire, sino como una mujer que hizo tanto en muy poco tiempo, siempre comprometida con su deseo por saber más, y luego compartirlo con cualquier que estuviese dispuesto a oír o leerla.