Marqués de Sade: la perversión del escritor maldito

02 de Junio de 2020 a las 08:18 hrs.

 

El 2 de junio de 1740 nació Donatien Alphonse François de Sade, mejor conocido como Marqués de Sade, filósofo y escritor francés.

Autor de Los crímenes del amor, Aline, Valcour, Justine, entre otras novelas, se caraterizó por el uso de antihéroes, el ateísmo radical, las parafilias y violencia.

Fue educado bajo los cuidados de su tío, el abate de Sade, un erudito libertino seguidor de Voltaire que ejerció sobre él una gran influencia.

Alumno de la Escuela de Caballería, en 1759 obtuvo el grado de capitán del regimiento de Borgoña y participó en la guerra de los Siete Años.

Después de ello, contrajo matrimonio con Renèe-Pélagie Cordier de Launay de Montreuil, quien le siguió en varios de sus encarcelamientos por orden del rey, y a quien también engañó en diversas ocasiones con amantes y prostitutas.

La mayoría de los arrestos del Marqués de Sade estuvieron relacionados con una o varias jornadas de libertinaje y un misterioso manuscrito.

En 1768 fue encarcelado por primera vez acusado por su moza de haberla torturado. Incluso, fue juzgado y condenado a muerte por delitos sexuales en 1772, pero logró escapar a Génova.

Desde entonces el también llamado escritor maldito fue perseguido pasando veintisiete años de su vida encerrado en diferentes fortalezas y asilos, como el hospital psiquiátrico de Charenton.

Sin embargo, en este periodo escribió numerosas piezas para el teatro, las cuales permanecen inéditas en su mayoría.

También se mantuvo activo en la politica tras la Revolución Francesa, a la par que escribió novelas, mismas que le causaron varios de sus encierros como ocurrió en 1801, con La filosofía del tocador.

Bajo la influencia filosófica del Barón de Holbach, La Mettrie, Maquiavelo, Rousseau, Montesquieu y Voltaire, escribió la mayor parte de sus obras en sus largos periodos de internamiento.

El Diálogo entre un sacerdote y un moribundo (1782), Los 120 días de Sodoma (1784), Los crímenes del amor (1788), Justine (1791) y Juliette (1798), fueron algunas de sus obras.

Muchas de estas fueron calificadas de obscenas, por sus explícitos temas de perversión sexual, tema que el Marques de Sade defendió al señalar de moralistas e hipócritas a quienes juzgaron sus escritos.

Los últimos años los vivió en Charenton con problemas severos de obesidad, ceguera y varias dolencias. Murió el 2 de diciembre de 1814, influyendo en algunos novelistas y poetas, como Flaubert, Dostoyevsky, Swinburne, Rimbaud o Apollinaire.