Yan Wenliang, nacido en 1893 en Suzhou, es uno de los artistas de la primera generación de pintores al óleo chinos que dejó una huella indeleble en la historia del arte moderno de China por su inmersión en los colores y la luz de los paisajes.
Desde muy pequeño, Yan se fascinó por los colores del amanecer, del aterdecer y de la nieve, por lo que siempre se le encontraba a las afueras de su casa admirando el paisaje que lo rodeaba.
Debido a este gran encanto, su padre lo animó a intentar plasmar estas visiones en un lienzo en blanco, y así, la carrera del joven estaba marcada.
Comenzó a estudiar pintura en 1909 a la par de sus estudios, pero con su nato talento, pronto abandonó la educación formal para intentar pintar todo lo que le gustaba, desdea animales hasta los primeros rayos de sol que se presentaban con el amanecer del día.
Desde muy joven, montó exposiciones que triunfaron y llamaron la atención de sus colegas mayores, quienes lo invitaron a sus círculos cercanos, donde fue mejorando su capacidad de entender y apreciar los paisajes, que resaltaban y encantaban a los compradores debido a su casi irreal fusión de colores que combinaban mar, tierra y personajes.
Con estos maestros que tanto lo influenciaron, fundó la Academia de Arte de Suzhou junto con Zhu Shijie en 1922, casi a sus 30 años.
Después de mejorar su técnica local y entender la apertura que significaba el estilo de Occidente, en 1929 decidió viajar a París para enrolarse en L'Ecole Superieure Nationale des Beaux Arts, lo que lo convirtió junto con Xu Beihong en uno de los los primeros artistas chinos que estudiaron en el extranjero y en Francia.
Y aunque fue uno de los primeros artistas que introdujo la habilidad y el estilo de la pintura occidental en China, lo que verdaderamente lo hizo destacar entre sus compañeros fue el espíritu chino que expresó en sus acuarelas y pinturas al óleo, a pesar de su fuerte educación dentro del impresionismo.
La mayoría de las obras de Yan representan paisajes y personas en China, y es que el método que escogía Yan para trabajar también marcó diferencia, ya que contrario a muchos otros pintores al óleo, salía a dibujar a la naturaleza en lugar de sentarse en su estudio, una costumbre notable también de Vincent Van Gogh, quien le llevaba 40 años al pintor chino.
Las accciones que tomó a lo largo de su vida lo hicieron uno de los cuatro pioneros del arte moderno chino que obtuvo el título de "Los cuatro grandes presidentes de la academia", con Lin Fengmian, Liu Haisu, Xu Beihong y Yan Wenliang, quienes indirectamente impulsaron el desarrollo de un movimiento de pintura de paisajes subterráneos en Shanghai a principios de la década de 1970, en el apogeo de la promoción de la Revolución Cultural.
Debido a esto, Yan fue detenido aunque luego lo dejaron en libertad. Tras su detención se dedicó a pasar el tiempo pintando solo descubriendo un estilo y una filosofía única: la pintura china, combinando en sus procesos creativos el lenguaje occidental de la pintura al óleo con los valores y la estética orientales hasta el día de su muerte el 1o de mayo de 1988 a los 94 años.