En mayo de 1972, Elton John publicó su quinto disco, Honky Château, uno que se transformó en el primero de siete álbumes consecutivos en llegar al primer lugar en la cartelera de ventas del mercado estadounidense.
Cuando llegó esta obra, contemporánea a Exile on Main St. de los Rolling Stone, la humanidad ya había visto el aterrizaje en la Luna y oído Space Oddity de David Bowie, que en ese año publicaría The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, por lo que otra canción que mencionara un viaje al espacio no figuraba entre las más llamativas.
No obstante, justamente esa canción sobre una experiencia espacial es la que verdaderamente corona la quinta producción de Elton, una coescrita con Bernie Taupin, su colaborador de años, y que esconde sus orígenes en un cuento del escritor estadonunidense Ray Bradbury que viene incluído en The Illustrated Man, una colección de 18 historias de ciencia ficción que se publicó en 1951, cuando John tenía cuatro años de edad, y Taupin apenas uno.
Aquel cuento, Rocket Man, claramente no tuvo un impacto inmediato en ambos músicos, pero durante sus años adultos, y más específicamente una noche mientras Taupin se encontraba descansando en un camión que lo llevaría a casa de sus padres para descansar tras una larga gira, las visiones futuristas de Bradbury invadirían al muy cercano amigo de Elton John.
Bernie le dijo al New York Post en 2019 que durante su viaje tenía toda la primera estrofa dando vueltas en su mente: ("She packed my bags last night, pre-flight/ Zero hour, 9 a.m./ And I'm gonna be high as a kite by then")
"Iba a visitar a mis padres en el norte de Inglaterra, pero esa historia estaba en mi mente, y fue en un momento que cerré los ojos que toda la primera estrofa estuvo dando vueltas y vueltas en mi cabeza, no paró durante dos horas hasta que llegué a la casa, que estaba en una zona muy rural, por lo que no había ningún lugar en el que pudiera detenerme en el camino y anotarla. Corrí y al fin la escribí, y el resto siguió desde allí."
Al final, la canción es considerada una de las mejores jamás escritas. En 2010, Rolling Stone la puso en el puesto 245 en su lista de las 500 mejores canciones con grandes letras.
Los planetas que conquistó el Rocket Man de Bradbury
Una dolencia existencial radica en la historia de Ray Bradbury, que escribe sobre un futuro en donde los viajes espaciales son tan comunes como los trabajos de 9 a 5.
Y entre esa realidad están The Rocket Man, narrado por Doug, un niño de 14 años, cuyo padre viaja al espacio durante tres meses seguidos, y durante el momento que narra la historia, está en casa a lado de su afligida madre Lilly.
La historia la escribió Bradbury a la sombra de la Segunda Guerra Mundial, y siete años antes de que el presidente Eisenhower estableciera la NASA.
Para la canción de 1972, John y Taupin cambiaron el punto de vista narrativo. La historia ahora la cuenta el padre mientras el hijo no aparece, y el tema que predomina es la soledad que parece ser un subproducto del deber que lo jala al espacio cada determinado tiempo.
En la historia de Bradbury, el hombre cohete se debate entre sus dos vidas, en la canción, se resalta la sensación de fatalismo y pérdida por parte del padre.
El mundo de abril de 1972 ofrece también un interesante contrapunto a la canción, ya que dos días después del lanzamiento de la canción, se lanzó el Apolo 16 que aterrizó en la luna; uno de los astronautas de la misión fue Charles Duke Jr, que se convirtió en el hombre más joven en caminar sobre ella.
Existe otra canción llamada The Rocket Man, de 1970, de la banda Pearls before Swine, que canta sobre la misma historia de Bradbury, pero desde la persepctiva del hijo, aunque no gozó para nada del mismo éxito.