En la década de los 60 surgió “Fluxus”, que en latín significa “flujo”, un movimiento de artes visuales que incluye música, literatura y danza.
Fluxus se caracterizó por estar en contra del “objeto artístico” convencional como mercancía y se proclamó a sí mismo como un movimiento artístico sociológico que se expandió por Europa, Japón y Estados Unidos.
George Maciunas (1931-1978) fue uno de sus máximos representantes y creadores, al igual que John Cage, quien propuso hacer un uso interdisciplinario del arte y adoptar medios y materiales de campos distintos. Se pensó en el lenguaje como un medio para renovar al arte de forma total.
Otros artísticas e ideólogos que participaron en Fluxus fueron Nam June Paik, George Brecht, Al Hansen, Kaprow, Dick Higgins, Vostell, La Monte Young, Joseph Beuys, Patterson, Yoko Ono, Charlotte Moorman y Robert Filliou, entre otros.
Una de las manifestaciones más destacadas e históricas de Fluxus fue cuando salió de gira por dos años (1962-1964) para visitar Moscú, Tokio y Berlín haciendo conciertos donde mezcló arte, cultura popular y juego acompañados de carteles, panfletos y películas sin valor comercial.
En el colectivo, aunque se fusionaron la pintura, la escultura, el teatro, cine o música, no era un derivado de todas esas bellas artes. En sus conciertos, que llamó “actos” o “actividades”, se llevaban a cabo presentaciones acústicas o visuales con o sin artista, y ante un público existente o no.
El colectivo rompió con el esquema tradición de los conciertos placenteramente auditivos, porque se tomaba cualquier objeto, lo convertía en instrumento y creaba música con él, y venían tonos naturales o el caos.
El movimiento no tuvo una definición, un comienzo o un término. Robert Filliou propuso llamarlo “un estado del espíritu” por su forma de pensar, de expresar y de elegir en total libertad.
La corriente Fluxus fue alternativo y radical heredero del dadaísmo y el surrealismo, contrario al arte conceptual, donde sus integrantes buscaron lo irracional y lo no convencional para crear arte.
Finalmente, los participantes de Fluxus contribuyeron a la utilización del video y aparatos de televisión en sus obras, lo cual dio comienzo al videoarte.