Pan, el local en Milán, Italia, con fusión de cultura japonesa e italiana que Studio Wok se encargó de diseñar con una atmósfera casi espiritual.
Este pequeño espacio de 70 metros cuadrados nació de una colaboración creativa entre el chef japonés Yoji Tokuyoshi y Alice Yamada, con el objetivo de democratizar la cultura japonesa.
Diseñado como una panadería, una cocina y local de vinos en un bar de barrio, este lugar con interiores en colores empolvados, Pan se distingue por la simplicidad, texturas y ligereza de su estructura.
Studio Wok asegura que la intención principal de este lugar era crear una relación cercana con el barrio.
La frescura y el sentido de pertenencia son los dos aspectos que predominan en Pan.
Los grandes ventanales de Pan son el escaparate perfecto para proyectar el espacio híbrido que combina lo doméstico con lo urbano.
Las cortinas en tonos verdes que cuelgan del techo crean una apariencia tridimensional suspendida, brindando una sensación de continuidad y de momento efímero a la vez.
Los dos mostradores, el área de panadería y la barra son los entes principales que identifican este espacio.
La barra de pan es la protagonista y se roba las miradas de los asistentes desde el momento en que ingresan al local.
Hecha de paneles de rejilla de fibra de vidrio verde, esta pieza arquitectónica reacciona con los efectos de la luz natural.
La zona dedicada a la barra se distingue por sus matices más sobrios, con madera de castaño teñida de negro e inserciones de acero inoxidable como protagonistas.
Una atmósfera casi espiritual se puede respirar en este lugar en el que destaca una roca hendida que restaura el equilibrio natural del lugar.
En este proyecto arquitectónico hay diversas referencias a la cultura japonesa alejadas de los estereotipos.