En la era en la que comenzó a concentrarse en un sólo y gran movimiento la lucha por la igualdad de oportunidades independientemente del género, hubo un icono que inicialmente parecía una herramienta lúdica, pero que en realidad se convirtió en un instrumento para reconocer el poder a las mujeres. Barbie.
Una muñeca para jugar a cualquier edad, que tenía diverso perfiles y roles, para canalizar (cuando no, gestar) los sueños de crecimiento de quienes las usaran: Barbie se convirtió en el símbolo del empoderamiento, de la disrupción de roles, de las mujeres que recién habían conseguido que se les reconociera su derecho al voto y que estaban por declarar la liberación sexual con la quema de sostenes. Y Barbie tuvo una creadora. Su madre fue la emprendedora Ruth Handler, y éste es su historia.
En la década de 1950, Ruth Handler revolucionó la industria del juguete al presentar al mundo a Barbie, la muñeca que se convertiría en un ícono cultural y un símbolo de empoderamiento para generaciones.
Ruth Handler, cofundadora de Mattel junto a su esposo Elliot Handler, en 1945, fue una mujer adelantada a su tiempo. Observando a su hija Bárbara jugar con muñecas, Ruth notó una carencia en el mercado de juguetes: una muñeca que pudiera reflejar los sueños y las aspiraciones de las niñas. Con esa visión en mente, Ruth se propuso crear una muñeca que rompiera con los estereotipos convencionales y alentara la imaginación y la creatividad de las niñas.
Ruth Handler y Barbie se convirtieron en un poderoso dúo. Foto: Antique Trader
En 1959, Barbie hizo su debut mundial. La muñeca, con su figura esbelta, cabello rubio y un vestuario moderno y versátil, se convirtió rápidamente en un fenómeno. Ruth Handler bautizó a la muñeca con el nombre de su hija, Bárbara, y con ello inauguró una nueva era en el mundo del juguete.
El objetivo principal de Ruth al crear Barbie fue ofrecer a las niñas la posibilidad de imaginar y experimentar diferentes roles y carreras. Barbie no era solo una muñeca, era una compañera de aventuras que podía ser médica, astronauta, piloto, presidenta y mucho más. Ruth creía firmemente en el poder del juego para inspirar y empoderar a las niñas, alentándolas a soñar en grande y perseguir sus metas sin limitaciones.
La creación de Barbie no solo cambió la forma en que las niñas jugaban, sino que también marcó un hito en la industria del juguete. Ruth Handler introdujo el uso de plástico en la fabricación de juguetes, lo que permitió una producción más eficiente y económica. Esta innovación allanó el camino para la creación de otros juguetes en el futuro.
El legado de Ruth Handler y Barbie perdura hasta el día de hoy. A lo largo de los años, Barbie ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios sociales y culturales. La muñeca ha representado la diversidad y la inclusión al presentar una amplia gama de muñecas con diferentes etnias, tonos de piel, cuerpos y habilidades. Además, Barbie ha sido una aliada en la promoción de la educación y la igualdad de género, colaborando con organizaciones y programas educativos para inspirar a las niñas a explorar campos como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
Si bien Barbie ha enfrentado críticas y controversias a lo largo de los años, su influencia en la sociedad es innegable. La muñeca ha dejado una huella profunda en la cultura popular y ha sido una fuente de inspiración para innumerables niñas que han encontrado en ella una representación de sus sueños y aspiraciones.
Ruth Handler, una mujer visionaria y determinada, logró crear un legado duradero con Barbie. Su visión de empoderamiento y diversidad continúa resonando en la industria del juguete y en la vida de las niñas de todo el mundo. Barbie no es solo una muñeca, es un símbolo de posibilidades ilimitadas y un recordatorio del impacto que una idea innovadora puede tener en la sociedad.