Sergiy Maidukov es un artista residente en Kiev. Trabaja como ilustrador desde 2011, y desde entonces, ha colaborado con diferentes revistas y medios extranjeros como The New Yorker, The Guardian, The Wall Street Journal, The Financial Times y otros. Entre sus clientes destacan Google, Adobe, British Royal Dance Academy, Kyiv Central Department Store y otras marcas importantes.
Conocido por su trabajo comercial para una variedad de publicaciones, Sergiy es un artista increíblemente productivo que realiza más de 120 ilustraciones realizadas en un año. Dibuja todo el tiempo porque cree que la cantidad se convierte en calidad. El suyo es un ritmo rápido, con gran apetito por el trabajo y un estilo único lo que lo ha colocado como un ilustrador valioso.
El autor se inspira y encuentra la base de su arte en el ajetreo de la ciudad y la belleza efímera de lo mundano; de esta manera, los colores y la atmósfera de las calles para llevar a cabo su minucioso trabajo que podría compararse al de un director de fotografía por la forma en la que se distancia de los objetos y situaciones mientras los recrea en su iPad.
Su narrativa visual se deriva de las decisiones estilísticas y de color en todas y cada una de las ilustraciones, que se unen en varias conexiones.
Soñé con ser botánico a los 7 años. Luego quise ser arqueólogo y científico a los 10 años. A los 14 años preferí ser radiotécnico, y a los 16 años me deseaba ser músico. Lo intenté todo: solía cultivar cactus, sacaba escombros de construcción y vidrio en el jardín, soldaba cosas que parecían casi nunca funcionar y tocaba una mezcla de jazz, punk y burlesque en eventos culturales locales, pero al final, escogí lo dibujos.
Y es que, al ser educado por su padre en el arte de inventar, dibujar, esculpir, cortar y crear, se volcó a la realización de un proyecto fijo, por lo que trabajó y publicó su primera colección de cuentos gráficos a los 6 años, y su padre fue su director de arte.
En este proyecto, incluyó imágenes complejas pero ingenuas, por ejemplo, una historia sobre el asesinato de John Lennon. Luego llevó su cuaderno de bocetos a Kiev después de la liberación de Donets'k del vil aliento alcohólico ruso, y ahí aprendió todo lo que debía para llevar a cabo su arte.
El trabajo de Maidukov juega con el espacio positivo versus el negativo, la perspectiva y los detalles llamativos. Todo esto combinado con poderosas combinaciones de colores y texturas crean una ilustración visualmente interesante que no está atada al espacio o al tiempo, sino que parece clásica y universal. Disfrutar retratando temas actuales, ya sean culturales, políticos o económicos, porque son los que más le impactan.
Me gustan los colores negro, rojo, amarillo, azul intenso, blanco, naranja, verde fresco, berenjena claro y cálido y rosa grisáceo. Me encanta el lápiz, la tinta y el papel de colores. Admiro las ilustraciones de Brad Holland, Miroslaw Sasek, Gary Kelley, Riccardo Guasko, Joo Hee Yoon, Ping Zhu, Mark Ulriksen, Lorenzo Mattotti, Andre Carrilho, Kaye Blegvad, Jean Jullien, Jun Cen, Charlotte Dumortier, y Matteo Berton, entre otros, pero me interesa aún más encontrar los límites.
Este artista, que continúa sus colaboraciones en medio de todo el clima bélico que azota a Ucrania, cree que los proyectos propios son más importantes que los pedidos, porque ahí radica "el cuerpo" del ilustrador.
En ellos, asegura Sergiy, puedes mezclar, experimentar, ir más allá de los límites, y encontrar algo nuevo y precioso.
Durante mucho tiempo, tanto en formación como en el ámbito político, siempre sintió un desapruebo hacia sus propios esfuerzos, pero eso solo hizo que se involucrara más en su proyecto clave. "Nunca seré un trabajador hecho a medida, pero quiero pensar que eso es lo que hace que mi arte llegue a tantos lugares", asegura el talentoso estandarte del arte contemporáneo en Ucrania.
Al ser cuestionado sobre la forma en la que el artista percibe la realidad de su país, él mismo explica:
La tensión es alta: no hay sonrisas ni saludos. Aproximadamente una de cada cinco personas en la calle es militar, policía blindado o miembro de las Fuerzas de Defensa Territorial. Todos están armados. Si te detienes para sacar algo de una mochila, el 90 por ciento de las veces, aparecerá un coche de la policía o militar o una patrulla a pie para comprobar qué es. (...) Actualmente vivo en casa de mi amiga Illia. Dos de mis otros amigos también se han mudado allí. Es importante no estar solo estos días, para mí, especialmente después de que cae la noche.
Sergiy planea las cosas en un horizonte corto: un día a la vez. Diariamente está buscando cosas que pueda hacer por Kiev. A sus ojos, sus compatriotas con las mejores personas y los más valientes soldados de la tierra. No hay nada que pueda hacerle cambiar la idea de que Ucrania se mantendrá, y también Kiev lo hará.