Oleksandr Balbyshev es un experimentado pintor ucraniano que explora la sexualidad y la sensualidad masculina y la figura humana para explorar mundos dentro de mundos.
Además, reinterpreta los símbolos icónicos de la antigua URSS, incluidos los retratos modificados de Lenin y otros líderes soviéticos que desde entonces han sido prohibidos en Ucrania.
Al final, logra una estética artística marcada por poderosos estallidos de color, elementos surrealistas místicos, cualidades decorativas de kitsch y aspectos absurdos que recuerdan al dadaísmo.
OLEKSANDR BALBYSHEV "FACE STUDY #9" (2018). Fuente: Artmajeur
Oleksandr nació en 1985 en Ucrania, una de las repúblicas soviéticas más grandes.
Después de graduarse de la Academia Estatal de Ingeniería Civil y Arquitectura de Prydniprovska en 2012, trabajó en el ámbito de la arquitectura y el diseño. Pero dos años más tarde, en relación con los acontecimientos revolucionarios en Ucrania, comenzó una grave crisis financiera. En 2016, Oleksandr perdió su trabajo, y decidió cambiar de actividad y convertirse en artista. Actualmente, vive y trabaja en Dnipro, Ucrania, aún con las condiciones bélicas.
Los temas más importantes en el arte de Oleksandr son el erotismo y la expresión sexual, especialmente la varonil. Pero es un medio más que un fin en sí mismo.
El artista quiere que el espectador vea el reino de las ideas en rostros y cuerpos, no solo una imagen realista de un ser humano. Intenta combinar en sus pinturas realidades y visiones de otros mundos, mostrándonos una imagen de nosotros mismos, insinuando que hay más en nosotros de lo que sabemos.
Otra parte importante del arte de Oleksandr es modificar viejos retratos de Lenin de la era soviética. El artista ubica retratos y esculturas originales de Lenin hechos en la era soviética en mercados de pulgas y anuncios en Internet y pinta o gotea sobre ellos fragmentos de pinturas famosas; corta los lienzos en pedazos y los pega de manera caótica, luego dejando que lo pinten los niños.
Rehace las esculturas en colores divertidos y las pega con varios objetos, y como resultado de este gesto artístico, borra los significados propagandísticos e ideológicos de la imagen, al mismo tiempo que la dota de cualidades decorativas. Sin embargo, con toda la diversión de esta manipulación, la obra de arte adquiere nuevos significados, una combinación antinómica de juego y seriedad, incitando al espectador a ir más allá del paradigma aceptado.
En la actualidad, sus pinturas se encuentran en colecciones privadas en los Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Francia, Italia, España, Suiza, Portugal, Grecia, Austria, Suecia, Finlandia, República Checa, Croacia, Sudáfrica, Tailandia, Singapur, Australia , México y Japón.
Con todos los retos que significa la condición actual en Ucrania, el artista sigue su producción. Si te interesa ¡puedes apoyarlo directamente aquí!