La artista multidisciplinar Frédérique Daubal siempre sorprende con su trabajo debido a que es nada, pero nada convencional.
La también diseñadora gráfica, artista visual y diseñadora textil actualmente reside en París tras haber vivido en Montreal, Londres y Ámsterdam, lo que le ha brindado a su trabajo una visión cosmopolita.
Daubal define su obra conceptual como impregnada de humor e ironía y formada a partir de técnicas artesanales y de reciclaje. La mayoría de sus propuestas son un reflejo de su vida diaria, por lo que giran en torno a fantasear en torno a ella.
Un fuerte carácter estilístico se encuentra implícito en muchas de sus series, como el concepto de la máscara, del escondite a la sobreimpresión. Daubal suele ocultar los rostros para enfatizar lo que sucede detrás de ellos y para dejar al espectador libre para que pueda interpretar lo que mejor le parezca.
Después de trabajar un tiempo en publicidad, Frédérique Daubal tuvo una gran epifanía artística que le hizo ver las cosas con más claridad. Las grandes cantidades de dinero que se invierten en productos que no son cruciales podrían ayudarles a “perturbar “imágenes, especialmente las suyas.
Definitivamente su trabajo está muy influenciada por muchas cosas, pero principalmente la vida cotidiana, las noticias, los niños, la gente, los animales, la naturaleza.
A través de sus obras, se puede apreciar que le gustan más las criaturas vivas que los objetos y que tiene una clara influencia de Cindy Sherman, Sophie Calle y el surrealismo.
A Daubal le gusta retratar pensamientos e ideas políticas y sociales como lo haría un niño. Solo quiere hacer reír al espectador porque entiende que el arte, por sí solo, no cambiará al mundo, pero aún así le interesa participar y ayudar a las personas a pensar un poco diferente.