Fred Wilson es reconocido por su práctica interdisciplinaria que desafía los supuestos de la historia, la cultura, la raza y las convenciones de exhibición.
Al reformular objetos y símbolos culturales, el artista altera las interpretaciones tradicionales, alentando a los espectadores a reconsiderar las narrativas sociales e históricas.
Su exploración de las colecciones de museos y el lenguaje de exhibición de las instituciones lo ha llevado a cuestionar los prejuicios y las limitaciones de la interpretación de las obras de arte y cómo cierta verdad histórica puede ser distorsionada o simplificada en exceso.
Nacido en 1954 en el Bronx, los primeros trabajos de Wilson se dirigieron a historias marginadas, explorando cómo los modelos de categorización, recolección y exhibición ejemplifican ideologías tensas y relaciones de poder inscritas en el tejido de las instituciones.
Sus exposiciones se han vuelto innovadora e históricamente significativa alrededor de los Estados Unidos, especialmente Mining the Museum, de 1992, en la Sociedad Histórica de Maryland, donde alteró radicalmente el panorama de las narrativas de las exposiciones en los museos
Con sus intervenciones, o "minería", del archivo del museo, Wilson volvió a presentar sus materiales para hacer visibles las estructuras ocultas integradas en el sistema del museo y en la Sociedad Estadounidense en su conjunto.
A principios del siglo XXI, Wilson comenzó a centrarse más en su trabajo basado en objetos.
En colaboración con el destacado soplador de vidrio estadounidense Dante Marioni, comenzó a producir sus primeras obras de arte en vidrio en 2001: formas ambiguas de color negro que afirman un trasfondo político multifacético.
Él mismo explicó el color y la forma de sus objetos de la siguiente forma:
"El color negro representa a los afroamericanos porque se nos ha asignado como una representación. Por supuesto, el color negro, la ausencia de luz, realmente no tiene nada que ver con los afroamericanos. Pero hay otra capa de significado”.
Wilson continuó su exploración del vidrio con Speak of Me As I Am, su exposición para el pabellón de Estados Unidos en la Bienal de Venecia de 2003. Gran parte de este trabajo se desarrolló a partir de la observación de Wilson de que numerosas pinturas históricas venecianas contenían figuras negras, aunque tuvo dificultades para ubicarlas en las historias escritas.
Al poco tiempo tras esta muestra, Wilson inició una relación con la compañía de vidrio Murano, ubicada en la isla veneciana del mismo nombre, y empezó a crear candelabros y espejos en un estilo tradicional veneciano adornado con vidrio negro.
En su totalidad, el cuerpo de trabajo de Fred Wilson abarca escultura, pintura, fotografía, collage, grabado e instalación.
Tras varios años de carrera, ha elogiado internacionalmente por su práctica conceptual que subvierte la percepción, revelando las corrientes subterráneas del discurso histórico, la propiedad y el privilegio normalizados por las prácticas institucionales.
"Confío en lo visual para comunicar mis ideas. Trato de descubrir el significado de los objetos yuxtaponiéndolos y provocando una conversación entre ellos que crea un pensamiento inesperado, pero esencial".