Urszula Broll-Urbanowicz fue una pintora polaca, animadora de cultura independiente, cofundadora del Grupo ST-53 y miembro del primer grupo budista de Polonia.
Nacida en 1930, inició su actividad artística durante los difíciles años de la posguerra.
Sin embargo, nunca recibió encargos de las autoridades comunistas. Fue una de las pocas mujeres que marcó la vanguardia artística de la posguerra y el llamado underground de Katowice.
Fuente: Jelenia Gora Gallery
En 1955, se graduó con honores en la Facultad de Gráficos de la Academia de Bellas Artes de Cracovia (entonces una rama de la Escuela Superior Estatal de Bellas Artes de Wroclaw). El estudio de arte, que fundó en 1960 con su esposo, se convirtió en el centro de su vida artística. Marian Bogusz y Julian Przyboś, entre otros, frecuentaron su taller. En 1967 cofundó el grupo Oneiron.
En la década de 1970, comenzó a explorar intensamente su interés por el budismo.
Mientras que algunos de sus socios contemporáneos exploraron los misterios del ocultismo, el esoterismo y la alquimia occidentales, Broll profundizó en el misticismo indio, el taoísmo, la filosofía zen y el tantra.
También tradujo textos de Carl Gustav Jung. Su trabajo llegó a estar fuertemente influenciado por sus prácticas de lectura y meditación del Lejano Oriente.
En la década de 1980, Broll, siguiendo a una comunidad budista, se mudó al pueblo de Przesieka en las montañas Karkonosze, un lugar que ella llamó su lugar descubierto. En su casa en una colina, rodeada por un jardín salvaje, creó pinturas sobre meditación, mandalas coloridos e intrincados dibujos en tinta en blanco y negro. En paz y tranquilidad, la artista se dedicó a la meditación, alcanzando el equilibrio espiritual.
Las pinturas de Broll, alejadas del arte entendido como hacer objetos, evolucionaron hacia lo que la artista llamó arte como yoga. Esta práctica la liberó de los requisitos y criterios del mundo del arte, pero también la colocó fuera de las principales narrativas de la historia del arte polaco.
Su obra se puede dividir en varias etapas, desde el postimpresionismo, pasando por la inspiración con el cubismo, hasta la abstracción, el informalismo y el tasseísmo.
Desde hace varias décadas, su trabajo ha sido expuesto en muchas galerías de Polonia y de todo el mundo, tanto en exposiciones colectivas como individuales. En 2014 recibió la insignia honorífica de "Mérito de la cultura polaca".
Urszula Broll murió en febrero de 2020 mientras preparaba una retrospectiva en el Museo de Escultura del Palacio Królikarnia.
Sus exposiciones brindan a los espectadores la oportunidad de experimentar la tranquilidad, ya que los mandalas de este artista evocan anhelos libres de ansiedad. Inspiran la contemplación sobre la relación entre el hombre y la naturaleza, así como la dimensión metafísica de la realidad.