Soo Sunny Park es una artista nacida en Seúl, República de Corea, que se mudó a los Estados Unidos a la edad de 11 años. Durante los últimos 15 años, su trabajo se ha movido hacia proyectar la luz como material escultórico. Reconfigura materiales límite que la contienen (cercas, plástico, vidrio, yeso) para expandir y explorar una variedad de espacios liminales entre el interior y el exterior, la escultura y el dibujo, la visión y la percepción, los objetos y sus sombras.
La luz se convierte en un material escultórico a lo largo del diverso portafolio de la artista. Sus proyectos desafían los límites entre escultura, instalación y dibujo. Después de mudarse a la zona rural de Vermont, en 2005, fuera de un área urbana por primera vez, Soo Sunny Park comenzó a percibir la luz desde un nuevo punto de vista, encontrando cualidades y características en formas que antes no conocía.
“En el campo, los cambios entre la luz y la oscuridad parecían más importantes. Cuando se pone el sol, está oscuro como boca de lobo, porque hay muy pocas farolas. Cuando conducía a casa desde mi estudio, noté cómo las señales de tráfico reflejaban la luz muy intensamente, guiándome por el camino”, dijo en entrevista a Designboom.
Fueron estos nuevos encuentros y compromisos los que llevaron a Park a un profundo interés por la luz, que se convirtió en una exploración de los espacios liminales, los que existen entre el interior y el exterior, la escultura y el dibujo, la visión y la percepción, los objetos y sus sombras.
Unwoven Light, 2013. Soo Sunny Park. Foto: Soo Sunny Park Website
"Me di cuenta de que, en muchos sentidos, la luz es el ser liminal por excelencia. Realmente no notamos la luz, pero todo lo que vemos, lo vemos debido a la luz. Es entre nosotros y lo que vemos. Empecé a pensar que el trabajo debería impulsar esta idea de la luz como material en mis instalaciones”, cuenta.
Una de las experiencias que la obligó a pensar en los espacios abstractos e infinitesimales, como los límites de la luz misma, fue la separación con sus padres por tres años. Eso, la llevo a reflexionar sobre la materia, el espacio y los límites.
“Mis padres emigraron de Corea a Estados Unidos cuando yo tenía 8 años, pero no pude seguirlos hasta los 11. Durante ese tiempo, me quedé con mi familia extendida, y durante esa estadía casi me ahogo.
“Mientras esto sucedía, noté que me sentía separada del mundo, pero también de mi cuerpo. ‘¿Cómo podría ser el espacio entre el cuerpo y la mente?’, me pregunté. Venir a Estados Unidos fue una especie de reunificación con mi familia nuclear, pero también una mayor división, ya que tuve que negociar un mundo en el que la gente hablaba un idioma que yo no podía entender. El arte, para mí, siempre ha tenido lugar entre espacios, estados y categorías”, cuenta.
La península de Corea, en general, conoce bastante bien las historias de separaciones y reuniones. Es un territorio, un pueblo, partido en dos por la mitad (la República de Corea y Corea del Norte), donde familias quedaron separadas por una frontera más ideológica que cultural, filogenética o de pensamiento. Incluso, a quienes así lo deseen y sean escogidos en un sorteo, una vez al año les permiten reunirse en la llamada Zona Desmilitarizada, por un día. Eso, definitivamente, deja una impronta.
“Las separaciones y reunificaciones en mi pasado me llevaron a buscar la liminalidad como tema en mi trabajo. Esos materiales de límite generalmente existen entre espacios: en paredes y ventanas, o como cercas. Quiero tratar esos materiales no como separadores de espacios, sino como creadores de espacios. Una valla está soldada en forma y equipada con tejas acrílicas. Muchas de esas formas llenan un espacio y lo transforman en el proceso. En mi trabajo, estos materiales límite no crean límites. Se convierten en partes interesantes de los espacios que habitamos. Esto nos permite mirarlos, y los espacios que hacemos, de una manera nueva”, describe Sunny Park.
Luminous Muqarnas, 2017. Soo Sunny Park. Foto: Soo Sunny Park Website
Ella entiende su trabajo como parte de la larga tradición del arte de estudio, y categorías como la escultura, el dibujo y la instalación son parte de lo que estructura ese espacio de arte de estudio. Trata de usar esos materiales y conceptos para explorar espacios entre ellos.
Actualmente, explora un tipo de forma y material nuevo para ella: las pinturas retrorreflectantes, que usó en 2005 cuando se mudó a Vermont. Son los tipos de pintura que se usan en las carreteras o las señales destinadas a ser vistas cuando se conduce en la oscuridad.
“Esta pintura envía la mayor parte de la luz que la golpea en la misma dirección de donde vino. Por lo tanto, puede parecer muy oscuro, pero cuando lo iluminas con una luz, se vuelve muy brillante. He estado explorando formas de usar pintura retrorreflectante en el trabajo de instalación porque tiene efectos visuales interesantes sobre cómo los espectadores pueden interactuar con el espacio”, explica.
Y también está experimentando con los cartones de huevo. Las formas repetidas de los cartones de huevo, como panales, son excelentes ejemplos de espacios liminales y, por lo general, dice Sunny Park, no nos damos cuenta de lo convincentes que son estas formas.
“Recientemente aprendí que estos cartones forman lo que los matemáticos llaman un teselado 3D, o una forma de llenar el espacio de manera eficiente con un patrón repetido. He estado reelaborando estas formas y explorando sus posibilidades tanto para instalaciones interiores como exteriores”.
Soo Sunny Park y sus instalaciones de luz que se generan dentro de materiales límite que desdibujan los límites es una experiencia que vale mucho la pena seguir, para sentirse desatado gracias a conocer nuestros linderos.