Poplars near Nuenen, el primer Van Gogh adquirido por un museo holandés, será restaurado. Lo anterior ofrecerá una oportunidad inusual para investigar dos preguntas que rodean a este importante paisaje.
¿Por qué Vincent reutilizó el lienzo y pintó sobre una composición anterior de la antigua torre de la iglesia de Nuenen y el cementerio donde había sido enterrado su padre?
Y aunque la mayor parte del paisaje se completó en el pueblo holandés de Nuenen, Vincent van Gogh ¿lo retocó unos meses más tarde en París, añadiendo colores más vivos tras encontrarse con la obra de los impresionistas?
El Museo Boijmans Van Beuningen de Róterdam acaba de recibir un premio del Fondo de Restauración del Museo TEFAF por €25,000 euros para estudiar y conservar la obra, así que este proyecto debería revelar mucho más sobre uno de los mejores paisajes holandeses de Van Gogh.
Cuando Van Gogh planeó Poplars near Nuenen a fines de octubre de 1885, lo concibió como una maravillosa sinfonía en amarillo. Representa una avenida de árboles en las afueras del pueblo donde vivía su familia. Dos mujeres pasean por un sendero y un hombre parece estar barriendo hojas de otoño.
Una imagen de rayos X de este cuadro reveló que, debajo de la composición, Vincent había pintado originalmente una vista de primer plano de la torre de la antigua iglesia, muy probablemente en 1884.
Dicha composición incluía varias cruces en el cementerio contiguo, donde su padre iba a ser enterrado tras su repentina muerte en marzo de 1885, por lo que resulta curioso que Vincent pintara sobre esta escena, apenas siete meses después del fallecimiento de su padre.
Sin embargo, las razones de Vincent bien pueden haber sido puramente pragmáticas. Probablemente reutilizó el lienzo para ahorrar dinero.
Mientras trabajaba en la pintura final, Vincent hizo un pequeño boceto para su hermano Theo. En una carta que le mandó, el artista describió la composición como un paisaje otoñal, árboles con hojas amarillas.
La torre de la iglesia de la composición anterior reaparece en la lejanía del paisaje posterior, así que no desapareció del todo.
Tres semanas después de completar Poplars near Nuenen, Vincent abandonó la ciudad holandesa, después de que las relaciones con su familia se deterioraran.
Queriendo desarrollar su arte, se mudó a Amberes, llevándose la pintura con él. Allí dejó el cuadro con un comerciante, pero no se vendió y fue devuelta rápidamente.
En febrero de 1886, Vincent se mudó a París para quedarse con su hermano. Fue allí donde Vincent descubrió el trabajo de los impresionistas, que tuvo un profundo impacto en su propio trabajo.
Abandonando los tonos oscuros de sus pinturas holandesas, experimentó audazmente con el uso del color. Esto finalmente llevó a que Van Gogh se convirtiera en el gran colorista que conocemos y amamos.
Después de la muerte de Vincent y Theo en 1890 y 1891, Poplars near Nuenen pasó a manos de la cuñada del artista, Jo Bonger, quien la vendió en 1903 por el equivalente a 60 libras esterlinas.
Más tarde el cuadro fue comprado por 26 amigos del arte, que aún permanecen en el anonimato, y lo regalaron al Museo de Róterdam.
Los especialistas creen que los trazos de pintura azul que se destacan en el cielo cerca del horizonte y los ligeros toques en los árboles bien podrían haber sido agregados después de la llegada de Van Gogh a Francia.
Estas adiciones dan vida a la composición, así que durante la restauración debería ser posible determinar si estos toques de color más brillantes fueron realmente pintados en París.
También podrá ser posible determinar si la pintura fue firmada en Nuenen o París (solo se puede distinguir, en rojo, en la esquina inferior izquierda). Cabe señalar que el artista solo agregaba ocasionalmente su firma "Vincent" cuando estaba realmente satisfecho con una pintura.