La vida de Courtney Love y Frances Bean Cobain, mejor conocidas como la familia de Kurt Cobain, cantante y guitarrista de la banda de rock más emblemática de la década de 1990, Nirvana, sería total caos si no hubieran encontrado en el arte una forma de reinventarse.
El consumo de drogas y los productos farmacéuticos unieron al llamado rey del grunge y a la cantante de Hole, una figura notable en la industria rock de aquella década.
Ellos contaban con una profunda conexión debido a que sus vidas parecían estar entrelazadas desde la raíz. Ambos padecieron un infancia pobre, una adolescencia con padres ausentes, una juventud llena de drogas y una brutal y repentina fama.
En medio de todo esto, el amor surgió, creció y dio pie a que se casaran en Hawái cuando Courtney Love se encontraba en el primer trimestre de embarazo y cuando Nirvana lideraba todos los rankings de música. Nevermind, disco ícono, vendía millones de copias.
En dicho contexto, en el que la fama, el dinero y las drogas imperaban en la vida de Cobain y Love fue que nació Frances Bean el 18 de agosto de 1992 en Los Ángeles, California.
La bebé 'debutó' en el arte del sencillo Lithium. Parte del collage que Cobain hizo resulta que fue confeccionado con una fotocopia de la primera ecografía que se hizo Courtney.
La historia, conocida por todos, se complica cuando el Estado decide quitarles a los músicos a la bebé debido a que jamás pararon su consumo de drogas y esto hizo que Frances Bean necesitara metadona para sustituir la heroína que recibía y pudiera vivir.
En abril de 1994, cuando Frances Bean no había cumplido dos años, Kurt Cobain se suicidó de un disparo de escopeta. La tragedia los alcanzó y sencillamente sus mundos se derrumbaron.
Por años, a través de revistas del corazón y periódicos, el mundo entero se enteró del caos en el que vivieron Courtney Love y Frances Bean, donde el consumo de drogas y desintoxicación parecían ser cosa de todos los días.
Pero dentro de la tormenta ambas encontraron un salvavidas: el arte.
Hace poco más de una década atrás, Courtney Love descubrió lo mucho que amaba dibujar y lo hizo tan bien que incluso, de vez en cuando, ha organizado un par de exposiciones.
Dibujo hecho por Courtney Love. Fuente: Artnet
A través de sus coloridos dibujos encontró la forma ideal de hablar sobre las relaciones entre mujeres, la presión que sufren e incluso que llegan a hacerse.
El deseo de Love de pintar proviene en parte de su infancia, cuando su madre insistía en que fuera artista, comprándole caballetes e instrumentos para alentarla pero ella siempre prefirió la música.
En cuanto a Frances Bean en 2010, a la edad de 17 años, expuso su obra por primera vez en Los Ángeles, California, bajo el seudónimo de Fiddle Tim y desde entonces no ha dejado de crear.
En aquel momento no quería exponer con su nombre real, pero un reportero descubrió quién era y esto la obligó a usar su verdadera identidad a partir de dicho momento.
Su talento con las pinturas y el papel es lo que le ha ayudado a reinventarse y a ganarse admiradores por su trabajo y no solo ser hija de dos grandes leyendas de la música.
Definitivamente tanto Courtney Love como su hija Frances Bean jamás podrán tener una vida tranquila, pero gracias al arte es que su relación, después de muchas subidas y bajadas, es que encontró un camino común que las ha ayudado a sanar.