En las últimas semanas, activistas de Just Stop Oil han dado mucho de qué hablar debido a una serie de intervenciones que han llevado a cabo en recintos culturales en protesta por el uso de energías fósiles.
Pero ellos no han sido los únicos que han hecho esto ya que en diversas etapas de la historia, infinidad de luchadores sociales han aprovechado la atención que varias obras reciben por parte de la sociedad para así poder hacer visibles sus propias demandas.
Lo anterior ha sido duramente criticado por el sector más conservador, pero también se debe de reconocer que dichas acciones sí ayudaron a visibilizar las peticiones de los luchadores, lo que de otra forma tal vez jamás hubiera sucedido.
Debido a esto hemos seleccionado cuatro obras de arte que han sido intervenidas en protestas sociales en diversos momentos de la historia.
La carreta de heno, de John Constable
Dos activistas ecologistas del movimiento Just Stop Oil cubrieron esta semana un cuadro de la National Gallery con una imagen de un bucólico paisaje devastado por las energías fósiles, antes de, literalmente pegarse, al marco de la obra.
Antes de adherirse, los militantes cubrieron la pintura La carreta de heno (1821), de John Constable, con la imagen de una carretera, en vez del río representado en la pintura original, además de aviones en el cielo.
Otros dos militantes ecologistas se aferraron un par de días antes al marco de un Van Gogh en otro museo de Londres. La acción fue realizada en el cuadro Pescadores en flor, de 1889, que representa un paisaje del sur de Francia y que está expuesto en Courtauld Gallery.
Dirty Corner, de Anish Kapoor
La obra de gran formato fue instalada en los jardines del Palacio de Versalles, en 2015. Se trata de un gran embudo que representa una vulva, y los detractores de la Reina Isabel II le empezaron a llamar coloquialmente como la vagina de la Reina.
La pieza fue vanzalizada en dos ocasiones: la primera por motivos polítcos y la segunda por un tema antisemita.
Debido a esto, Anish Kapoor pidió que la escultura no fuese restaurada para visibilizar el maltrato de la población musulmana en Francia.
Dirty Corner, de Anish Kapoor, quedó con múltiples pintas después de que fuera vandalizada. Fuente: ARTnews
Guernica, de Pablo Picasso
El incidente que puso en peligro la integridad de la obra más icónica de Pablo Picasso tuvo lugar el 28 de febrero de 1974.
Resulta que un hombre identificado como Tony Shafrazi, de 30 años, escribió la leyenda “KILL ALL LIES” con pintura roja en aerosol sobre la obra.
Afortunadamente un par de guardias lograron detenerlo mientras el culpable gritaba: “Llamen al conservador”, “soy un artista”. El MoMA, lugar en donde se registró el incidente, se negó a presentar cargos y se cree que esta derivó de una protesta contra la guerra.
Empleados del MoMA limpiaron con muchísimo cuidado la pintura en aerosol del Guernica. Fuente: Artland
La Fuente, de Marcel Duchamp
Dos versiones de La Fuente, de Marcel Duchamp, fueron “intervenidas” por el mismo hombre.
Resulta que el italiano Pierre Pinoncelli identificado como dadaísta, anarquista y seguidor de las ideas del artista francés decidió hacer protestas bastante originales para hablar de sus ideales.
Resulta que este hombre orinó dentro de la obra, en 1993, y la atacó con un martillo, en 2006, en el Centro Pompidou, para devolverle su significado original que, en su opinión, se había perdido a causa del esnobismo y la burocracia de lo establecido.