El mayor oficio de la poeta Diane di Prima fue ir en contracorriente de la sociedad y su arma de batalla fueron las letras.
Originaria de Brooklyn, Estados Unidos, la escritora nació el 6 de agosto de 1934 y es reconocida por ser una de las pocas escritoras destacadas de la generación Beat.
Grupo de autores que tuvieron su mayor auge en la década de los cincuenta y se caracterizaron por ahondar en la filosofía oriental y escribir libremente sobre la sexualidad humana.
Las plumas masculinas que alcanzaron mayor notoriedad en esta corriente literaria y cultural, fueron Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William Burroughs.
Sin embargo, poetisas como Denise Levertov, Elise Cowen, Ruth Weiss, Leonore Kandel, Diane Wakoski y la misma Diane di Prima, plasmaron su visión femenina de modo plausible en la apertura beatnik.
Mientras los cincuenta marcaban una serie de estereotipos que pretendían definir a las mujeres y sus comportamientos, di Prima —influida por las enseñanzas de su abuelo, el anarquista y sastre Domenico Mallozi—, sembró un camino de inquietudes insurrectas que la revelaron como una autora feminista e intrépida. No obstante, el escándalo de su poesía era un guiño de atención plena y contacto espiritual.
Amiga cercana del poeta Ezra Pound, con quien intercambiaba correspondencia a los 19 años, fue estudiante del Instituto Hunter y de la Universidad Swarthmore, en Manhattan; y durante los años sesenta incursionó en la pintura, la fotografía y el collage.
Aunque a di Prima se le asocia principalmente con ser un puente entre la escritura beat y la última oleada de artistas hippies, su obra sobrevuela esos horizontes.
Debido a que también editó el boletín literario The floating bear, con el poeta Amiri Baraka, cofunndó la agrupación Teatro de Poetas de Nueva York, y fundó la editorial Poets Press.
Asimismo, colaboró con la comunidad psicodélica Psychodelic Prayers y con la cineasta Melanie La Rosa para el documental The Poetry Deal: a film with Diane Di Prima.
De sus más de 40 obras publicadas, las que se robaron la atención de la crítica y de los lectores fueron This kind of bird flies backward (su primer poemario) de 1958, la novela erótica Memoirs of a Betnik de 1969, el largo poema Loba de 1978 (ampliado veinte años después) y Pieces of a song: Selected Poems (2001).
La literatura de la autora resalta por ser un mar cálido de experiencias autobiográficas en las que la escritora describió delicadamente sus vivencias eróticas, el testimonio de establecer vínculos amorosos con distintas personas y, en resumen, de la diversidad de experiencias que trae consigo la libertad física y espiritual.
Diane Di Prima, inagotable detractora de las imposiciones políticas y sociales, falleció el pasado 25 de octubre en un hospital de San Francisco a los 86 años.
“Soy mujer y mis poemas son de mujer: fácil de decir. La hembra es dúctil y (caricia tras caricia) se prepara para la calma masoquista”: Diane Di Prima
Tu lengua…
Tu lengua
es una
exploradora
que rompe
las prisiones
de mi cabeza.
–
Si me vengo…
Si me vengo a vivir contigo,
¿me prometerías
un pedazo de carne los domingos,
una hojita de azucena
para olerla en la almohada,
un queso en el refrigerador,
un beso de lengua
entre las pesadillas?
Si no es así,
no me vengo contigo.
–
El día que te besé…
El día que te besé, la última cucaracha
se murió. Las Naciones Unidas
abolieron todas las cárceles. El papa
admitió a Jean Genet como miembro
del Colegio de Cardenales. La
Fundación Ford, con gasto enorme,
reconstruyó la ciudad de Atenas.
El día que hicimos el amor, el dios pan
volvió a la Tierra, Eisenhower dejó
de jugar al golf. Los supermercados
vendieron mariguana. Y Apolo leyó
poemas en el parque Union Square.
El día que retozaste en mi cuerpo
las bombas se disolvieron.