En 1992 la actriz estadounidense Sharon Stone se convirtió en uno de los grandes iconos eróticos y cinematográficos con el filme Instinto Básico, pero años después este fue el responsable de que perdiera la custodia de su hijo adoptivo Roan.
La declaración, hecha por la actriz en el podcast Table for Two with Bruce Bozzi, desató indignación (y con justa razón) debido a que la capacidad para cuidar de su entonces único hijo fue cuestionada por un juez en base al personaje que había interpretado en la famosa película.
Stone, al convertirse por dicha película en el arquetipo de mujer fatal, fue víctima de un abuso por parte del sistema.
“Perdí la custodia de mi niño cuando el juez le preguntó si sabía que su madre hacía películas sexuales. Este tipo de abuso por parte del sistema, determinó qué tipo de madre era porque había hecho esa película”, explicó la actriz.
“En mi caso bastó con 16 segundos de un posible desnudo mío para que perdiera la custodia de mi hijo".
El juez decidió en aquel momento que el niño de 8 años se beneficiaría del ambiente más estable que su padre Phil Bronstein podía ofrecerle e hizo hincapié en que la intérprete delegaba a menudo el cuidado de su hijo en terceras personas.
La pérdida de la custodia afectó a la actriz fuertemente, lo que se reflejó en problemas de salud. Debido a eso, Sharon Stone acabó ingresando en la clínica Mayo con palpitaciones cardíacas y le diagnosticaron un trastorno de la alimentación.
En la autobiografía que publicó en 2021, Stone aseguraba que había sido castigada por atreverse a desafiar las normas de Hollywood, que representaba siempre a las mujeres como personajes vulnerables, y que pasó 13 años librando un infierno para tratar de recuperar la custodia de su hijo y asegurarse de que este recibiera todo lo necesario para garantizar su bienestar físico y emocional.