El actor estadounidense Treat Williams, famoso por sus roles en películas como Hair, El lado profundo del mar, Terror Profundo y Érase una vez en América, falleció a los 71 años.
De acuerdo con Page Six, el histrión, cuya carrera abarcó cinco décadas, murió por las lesiones que sufrió al ser embestido por un automóvil cuando viajaba en su motocicleta.
"Lo mataron esta tarde. Estaba girando a la izquierda o a la derecha y un automóvil se le cruzó. Estoy devastado. Era el tipo más agradable. Tenía tanto talento", dijo su agente, Barry McPherson, a través de un comunicado.
Nacido el 1 de diciembre de 1951 en Rowayton, Connecticut, Williams descubrió su amor por la actuación desde temprana edad. Después de graduarse de la Universidad de Pensilvania, se mudó a Nueva York para perseguir su sueño de convertirse en actor.
Escena de la película The Deep End of the Ocean. Foto: People
Su primer papel importante en Broadway llegó en 1975 con la aclamada obra Vaselina, donde interpretó a Danny Zuko, el carismático líder de los T-Birds.
Sin embargo, fue en el cine donde Williams realmente dejó su marca. En 1976 debutó en cine en la película Deadly Hero en 1976. Desde entonces sumó en su filmografía, tanto en la pantalla chica como en la grande, poco más de 120 créditos.
En 1979 protagonizó el exitoso musical Hair, dirigido por Milos Forman, un papel que lo catapultó a la fama y lo estableció como una estrella en ascenso. A lo largo de su carrera, Williams ha trabajado con algunos de los directores más destacados de la industria, incluyendo a Sidney Lumet en Prince of the City (1981) y a Sergio Leone en Once Upon a Time in America (1984).
Apareció en toda clase de géneros e historias, destacando el terror, la acción y los dramas policiacos y legales, como lo muestran las producciones de Blue Bloods, Flash Point, Enemigo Íntimo y Veredicto Final.
A lo largo de su trayectoria, Treat Williams recibió numerosos elogios y reconocimientos por su trabajo, incluyendo premios como el Theatre World Award y una nominación al Globo de Oro. Su dedicación al arte y su capacidad para sumergirse en cada personaje lo convirtió en un referente en la industria y una inspiración para futuras generaciones de actores.