Como sugiere el nombre, los cineastas expresionistas alemanes utilizaron la distorsión visual y la interpretación hiperexpresiva para mostrar las turbulencias internas, los miedos y los deseos de esa época.
Asímismo, el expresionismo alemán refleja los conflictos internos de su audiencia alemana de la década de 1920 al dar a sus problemas una presencia externa ineludible.
Al rechazar el realismo cinematográfico, las películas expresionistas muestran interpretaciones dramáticas y revolucionarias de la condición humana.
En 1916, el gobierno alemán decidió prohibir todas las películas extranjeras. Con una demanda repentina de más títulos nacionales, hubo un aumento comprensiblemente dramático en la cantidad de películas producidas en Alemania cada año.
Sin embargo, el público alemán se había vuelto menos preferencial hacia las películas románticas y de acción desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial, y los temas de violencia, crueldad y traición se convirtieron en temas de discusión más relevantes.
Este desafortunado conjunto de circunstancias, junto con el miedo constante a la hiperinflación, proporcionó una plataforma para cineastas audaces e innovadores como Fritz Lang (Metropolis) y F.W. Murnau (Nosferatu) para hacer del expresionismo alemán uno de los movimientos más importantes e influyentes en la historia del cine.
A diferencia de la mayoría de los otros movimientos cinematográficos, el expresionismo no pertenece únicamente al cine, y existió antes de la invención del cine.
El movimiento desafió radicalmente el cine convencional en ese momento y ha proporcionado elementos de reflexión para la industria desde entonces.
Hoy día, la influencia perdurable del expresionismo alemán se puede ver en todo el medio, con directores aclamados por la crítica, como Ridley Scott y Tim Burton, que se inspiran constantemente en el trabajo expresionista.
A continuación te presentamos cinco películas imperdibles del género:
Metrópolis
Entre las películas mudas más deslumbrantes e influyentes visualmente, el imponente hito de la ciencia ficción de Fritz Lang se desarrolla en un futuro asombrosamente imaginado en el que la población se divide entre los trabajadores que trabajan bajo tierra y los ricos que viven en una lujosa ciudad de esplendor.
Nosferatu
Un hito en la evolución del cine de terror, la inquietante adaptación atmosférica de F. W. Murnau de "Drácula" de Bram Stoker está protagonizada por un icónico Max Schreck como el Conde Orlok, una criatura de pesadilla, arácnida, de cabeza bulbosa y garras con garras, que sigue siendo quizás la encarnación más genuinamente inquietante de vampirismo jamás imaginado en pantalla.
Das Cabinet des Dr. Caligari
Realizada en 1919, "El gabinete del doctor Caligari" se adelantó literalmente años a su tiempo y sigue siendo un logro triunfal en el género del expresionismo alemán.
Recordada principalmente por sus asombrosos escenarios, que presentaban edificios torcidos y paisajes retorcidos, "Cabinet" también cuenta con uno de los primeros intentos de un final inesperado, algo bastante nuevo e impactante para su época.
The Hands of Orlac
Es película es un thriller delirantemente retorcido que combina los escalofríos de Grand Guignol con los estilos del expresionismo alemán.
Producida en Viena justo cuando el psicoanálisis estaba surgiendo allí, la película se retuerce con insinuaciones sexuales e imágenes freudianas.
The Man Who Laughs
El hombre que ríe" es un magnífico clásico basado en la famosa novela de Victor Hugo. 'El hombre que ríe' de Paul Leni posee una narrativa que se basa e incorpora con éxito elementos asociados con una serie de géneros.