La reconocida artista estadounidense Cindy Sherman ha vuelto a cautivar la atención del mundo del arte con su primera exposición en tres años, presentada en la prestigiosa galería Hauser & Wirth de Zúrich. Bajo el título de "Cindy Sherman", esta muestra nos sumerge en el complejo y perturbador universo de la artista, quien ha utilizado el poder del grotesco para desafiar nuestra obsesión por los autorretratos y los selfies.
Sherman, conocida por su capacidad para transformarse en personajes y representar diferentes identidades, ha regresado como un nuevo personaje en cada una de las imágenes que conforman a esta nueva serie. Sin embargo, ella rechaza la idea de que sean autorretratos, ya que siempre ha interpretado a alguien distinto a sí misma, valiéndose de maquillaje, disfraces, pelucas y prótesis.
En esta ocasión, ha llevado su proceso creativo un paso más allá al combinar todas estas técnicas con una forma de cirugía digital, creando expresiones maniáticas y fragmentadas al cortar y ensamblar características faciales de diferentes fotografías.
El resultado es una serie de imágenes impactantes, donde las mutaciones cronenbergianas se entrelazan con lo grotesco y lo provocador. Sherman juega hábilmente con la construcción y deconstrucción de la apariencia, revelando las complejidades y contradicciones que yacen en nuestra relación con la imagen y la representación del yo. Cada fotografía es una mezcla de juventud y vejez, de tonos monocromáticos y coloridos, que se fusionan de manera brusca y discordante.
Untitled #652, Cindy Sherman. Foto: Hauser & Wirth
A través de este proceso creativo, Sherman invita a reflexionar sobre la identidad fragmentada y superficial, aquellas partes de nosotros que elegimos mostrar en las redes sociales. Aunque estas imágenes parecen autorretratos, la artista elimina la presencia del "modelo" al combinar diferentes fotografías en una sola composición. Como si se tratara del barco de Teseo, nos plantea la pregunta de si un rostro que ha sido alterado por completo conserva su esencia original, o si se convierte en algo completamente distinto.
En esta exposición, Sherman también aborda la creciente preocupación sobre la manipulación de las imágenes y la obsesión por la perfección en la era de las redes sociales. Aunque no ha utilizado inteligencia artificial directamente en la creación de estas obras, en sus escritos publicados en el catálogo de la exposición menciona cómo las aplicaciones faciales y el uso de Photoshop han influido en su proceso creativo. De esta manera, nos enfrentamos a la problemática de la confiabilidad de las imágenes en un mundo saturado de retoques y filtros que distorsionan la realidad.
Además, la exposición de Cindy Sherman explora el tema del envejecimiento y la mortalidad. La artista reconoce los efectos del paso del tiempo en su propio rostro y cómo ha tenido que lidiar con ellos. Las fotografías exhiben arrugas y pliegues, que Sherman intenta ocultar mediante maquillaje exagerado y aplicaciones descuidadas. En un momento en el que los procedimientos cosméticos están en auge, la artista nos cuestiona cuál es la verdadera definición de la fealdad.
La exposición Cindy Sherman en Hauser & Wirth nos sumerge en un mundo de transformación, reflexión y crítica hacia nuestra obsesión por la imagen y la representación del yo. Las impactantes y provocadoras fotografías de Sherman desafían nuestras percepciones y nos obligan a cuestionar la autenticidad y la construcción de la identidad en la era moderna.
La muestra estará abierta hasta el 16 de septiembre de 2023 y el catálogo de la exposición, publicado por Hauser & Wirth, ya está disponible para aquellos que deseen profundizar en el fascinante mundo de Cindy Sherman.