En el Velázquez Tech Museum, ubicado en Madrid, los visitantes pueden disfrutar de ocho salas interactivas en las que, a través de la tecnología, son reinterpretadas Las Meninas, considerada como la obra cumbre del pintor Diego Velázquez.
Dicho recinto se hizo realidad luego que Antonio Azzato visitara el Museo del Prado y viera a uno de los visitantes llorar ante dicho cuadro. Fue en ese momento que el artista supo que dicha obra, llena de misterios e incógnitas, tenía algo especial y podía ser reinterpretada.
En el afán de Azzato por acercar el arte a las calles, comenzó a vestir Madrid con unas curiosas meninas que ya han sido reinterpretadas por más de 150 personalidades de todos los ámbitos. Así fue como poco después el venezolano decidió crear el Velázquez Tech Museum, un recinto donde el arte y la tecnología se fusionan en torno a la famosa obra maestra, bajo un innovador concepto nunca antes visto.
Más de dos años de trabajo fueron necesarios para que el proyecto, pensado para atraer principalmente a los jóvenes y despertar su interés por el arte, se materializara en Atocha 12.
Luces led, proyectores, video mappings y hologramas se fusionan con una banda sonora hecha específicamente para dicho lugar y que los visitantes puedan recorrer las ocho salas que conforman el Velázquez Tech Museum.
La exhibición comienza con una visita a la habitación de El Alcázar, lugar en el que Velázquez pintó Las Meninas. Gracias a la tecnología y las fragancias amaderadas que invaden dicho punto es que los visitantes pueden trasladarse al siglo XVII.
Unas meninas en blanco con proyecciones sobre los principales pilares de la sociedad -familia, libertad, alimentación, educación, movilidad, medio ambiente, entretenimiento y tecnología- invitan a la reflexión en el siguiente ambiente antes de dar paso a la joya de la corona de la exposición, donde Velázquez -en forma de holograma- cuenta las diferentes reinterpretaciones que su obra ha tenido con el paso del tiempo.
Al final del museo, de 800 metros cuadrados, los visitantes pueden crear su propia menina de forma digital y verla flotar sobre unos acuarios. Y como si lo anterior no fuera genial, resulta que también pueden introducirse en el cuadro de Velázquez a través de una fotografía que convierte al visitante en un personaje más de la obra.
Este recinto, que aún no sabemos si es el museo del futuro o el futuro de los museos, permanecerá abierto hasta el 30 de abril en Madrid.