En el mundo del arte todo es posible y precisamente por eso, los visitantes del Museo del Prado ahora pueden descubrir los aromas de los jardines y de los objetos de una pintura miniaturista y exquisita hecha por Jan Brueghel y Rubens.
Básicamente lo que ocurre en La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa, muestra comisariato por Alejandro Vergara, Jefe de Conservación de Pintura Flamenca del Prado, y Gregorio Sola, Perfumista Senior de Puig, es que el arte y la perfumería se fusionan a través de una pintura y su relación olfativa.
La obra El Olfato, de Jan Brueghel el Viejo y Rubens, se convierte en esta ocasión en el foco de las miradas (y los olores).
Para sumergir de lleno al espectador en el jardín de esta obra, la muestra cuenta con un total de 10 fragancias relacionadas con elementos que están presentes en la pintura.
El cuadro de Brueghel evoca el jardín de árboles y plantas singulares que Isabel Clara Eugenia y su marido tenían en Bruselas, a principios del siglo XVII.
En él, hay representadas más de 80 especies de plantas y flores, además de algunos animales relacionados íntimamente con el sentido del olfato, como el perro sabueso o la civeta, que tiene un papel importante en el viaje olfativo.
Este cuadro también cuenta con algunos objetos que siempre han estado en el foco del mundo de la perfumería, como unos guantes perfumados y un antiguo ambientador.
En total Gregorio Sola creó 10 fragancias que se podrán oler para conocer el cuadro en profundidad, relacionadas íntimamente con los objetos presentes en la obra.
Entre los famosos olores que ha podido recrear se encuentran el olor del ramillete del centro de la obra que huele la figura alegórica protagonista y el de los guantes perfumados de ámbar, según la fórmula de 1696 de la bibliografía de entonces.
Y todo esto es posible gracias a cuatro difusores táctiles que, junto a varias pantallas (patrocinadas por Samsung), permiten oler los elementos del siglo XVII y viajar a través del olfato a los jardines de Brueghel.
