Polémica como pocas, grandiosa como casi ninguna, Naranja Mecánica es una de las obras más importantes de Stanley Kubrick, cineasta que murió un día como hoy, pero de 1999.
Debido a esto decidimos hablar sobre el verdadero y gran impacto de esta cinta.
Su origen
Resulta que el escritor Anthony Burgess concibió la idea para la novela en la que se inspiró el filme del cineasta Stanley Kubrick gracias a diversos sucesos, siendo el ataque que su esposa vivió en 1944 por parte de cuatro soldados estadounidenses en una calle de Londres, con cuatro meses de embarazo, el principal de ellos.
Burgess buscó combinar diversos elementos filosóficos y religiosos con su trama ya que, al ser un devoto cristiano, creía firmemente en que cualquier criminal podría alcanzar su redención, aunque muchas veces era necesario un empujón para lograrlo; por ello, trabajó como hipótesis lo que podría ocurrir si un maleante recibía una terapia conductual para alejarse de la violencia.
Tras gozar del éxito del escrito y de que éste llamara la atención de varios productores de cine, el autor decidió vender los derechos para una adaptación que contemplaba al líder del grupo The Rolling Stones, Mick Jagger, como protagonista, bajo la dirección del cineasta Ken Russell, hecho que no se concretó y por el que la batuta cayó en manos de Kubrick.
El cineasta no estaba interesado en un principio en la novela, ya que se encontraba inmerso en un proyecto sobre Napoleón Bonaparte e ignoró al guionista Terry Southern cuando le entregó una copia; de hecho, si la esposa de Kubrick no le hubiera vuelto a mencionar el escrito y pedido que lo leyera, lo más probable es que la película nunca hubiera existido.
El director de Lolita quedó prendido de Alex DeLarge, personaje protagonista de la trama y por quien él se decidió a dirigir la adaptación.
Algunos conocedores de la producción afirman que no realizaría la película si no encontraba al actor perfecto para el papel y, tras hallarlo en el actor Malcolm McDowell, prometió que tampoco la haría si él no aceptaba estar en ella.
Stanley Kubrick y Malcolm McDowel en el set de Naranja Mecánica. Foto: Dazed
De lo que trata
La trama se sitúa en un futuro alterno para el año 1995, en Inglaterra, y sigue a Alex DeLarge, un joven delincuente de 17 años y líder de una pandilla a la que hace llamar “los drugos“, conformada por Pete, George y Dim, a quienes les gusta llamar la atención no sólo por sus particulares looks (un conjunto de jumper y camiseta blancos, y algunos rasgos faciales como pintura y pestañas postizas), sino también por sus personalidades extravagantes.
Alex y sus amigos son el epítome del hedonismo juvenil: gozan del sexo, la música (en el caso de Alex, de cualquier pieza que Beethoven haya inventado) y otras diversiones excéntricas, como violentar con puños y armas (como un bastón con una navaja oculta o unas cadenas de metal) a cualquiera que se interponga en su camino.
Lo que Alex no sabe es que las cosas se le saldrán de control tras una de sus fechorías, en la que él y sus drugos allanan la mansión de un escritor a quien dejan malherido, para luego golpear y violar a su esposa. A partir de ahí, la unión entre sus compinches comenzará a debilitarse por la rebeldía de uno de ellos, Dim, a quien Alex busca aplacar dándole un fuerte castigo.
El rencor de Dim hará que la vida de Alex dé un giro de 180 grados ya que, durante otro ataque a una mujer acaudalada, decide dejarlo malherido para escapar junto al resto del grupo, lo que resulta para el ex líder de los drugos en una sentencia de cárcel de 14 años debido a que la víctima falleció en el ataque, lo que lo convierte en culpable de un asesinato.
Dos años después al joven se le presenta la oportunidad de anular su sentencia y conseguir la libertad condicional… a cambio de someterse a un tratamiento psicológico: el método Ludovico, con el cual un grupo de científicos contratado por el gobierno espera conseguir una forma de acabar con la violencia entre la sociedad. El lado negativo de la propuesta es que puede llegar a ser tan agresiva que la mente de Alex podría quedar maltrecha para siempre.
Filme controversial
Desde su estreno, en 1971, la cinta marcó polos muy opuestos en los críticos y el público, ya que mientras algunos alabaron el trabajo de Kubrick al llevar un tema tan cruento en una forma tan realista y detallada, otros quedaron molestos por el exceso de violencia y el mal ejemplo que pregonaba para la sociedad juvenil de ese entonces.
De hecho, en ese sector de la sociedad causó diversos fenómenos en diferentes partes del mundo: mientras que, por ejemplo, en Reino Unido se suscitaron varios crímenes juveniles aparentemente inspirados en la cinta (lo que llevó a Kubrick a pedir que su filme dejara de ser distribuido hasta después de su muerte, en 1991), en España se mantuvo un año entero en carteleras tras retrasarse su estreno cuatro años.
En cambio, el director tuvo que crear una versión especial para Estados Unidos al quitarle 30 segundos de metraje en algunas escenas explícitas, ya que en ese país iban a darle clasificación X, lo que daría un público consumidor demasiado corto; y en Hispanoamérica el filme no se lanzó sino hasta 1977 con clasificación para mayores de 21 años, y recibiendo críticas igual de dispersas.
Aunque a principios del siglo XXI la cinta logró ser catalogada como un trabajo de culto al grado de recibir un reestreno especial en cines internacionales, hay gente a la que dejó impactada de una manera tan negativa que no puede escuchar siquiera su mención, entre ellos el escritor de la novela en la que se inspiró.