El que recintos culturales alrededor del mundo incorporen la naturaleza de sus entornos como un elemento más en sus proyectos resulta sencillamente fantástico.
Por eso decidimos hablar de tres espacios que, por dicha razón, resultan cautivantes y totalmente innovadores. Se tratan nada más y nada menos que del Mandala Lab, el Museo Stone Sculpture y el Museo Interactivo de la Historia de Lugo.
Mandala Lab en Bilbao, España
Las firmas ENORME y EXTUDIO se asociaron para diseñar Mandala Lab, una instalación interactiva en Bilbao, España, que invita al espectador a explorar sus emociones.
Basándose en los principios budistas, la estructura presenta cinco estimulantes y entretenidas experiencias, incluyendo películas, aromas, esculturas e instrumentos de percusión especialmente elegidos para llevar a los visitantes a realizar un viaje interior centrado en la conciencia de sí mismos y de los demás.
Este asombroso lugar está situado en el Parque de Doña Casilda de Iturrizar en Bilbao, España, y se encuentra abierto al público de forma gratuita.
Stone Sculpture Museum en Bad Münster am Stein-Ebernburg, Alemania
Este recinto, inaugurado en 2010, es el único en el mundo que se enfoca en la escultura contemporánea en piedra.
Fue diseñado en honor a los escultores Anna Kubach-Wilmsen y Wolfgang Kubach por el mundialmente famoso arquitecto Tadao Ando de Osaka, Japón.
En el corazón del concepto de Ando para el edificio del museo se encuentra un granero de campo de madera con entramado de madera que data del siglo XVIII, que originalmente se encontraba en las cercanías de Sponheim.
Este espectacular lugar se encuentra flanqueado por dos patios escultóricos al aire libre, donde la naturaleza hace que la construcción sobresalga.
Museo Interactivo de la Historia de Lugo en Friol, España
El imponente diseño para el Museo Interactivo de la Historia de Lugo es obra de la reconocida firma de arquitectura española Nieto-Sobejano.
El proyecto, que cuenta con 11 mil metros cuadrados, se encuentra bajo una plaza elevada en la que sobresalen unos espectaculares cilindros fabricados en malla de acero.
Dichos cilindros además de ser un deleite para la vista, funcionan como tragaluces que captan la luz natural trasladándola a los espacios expositivos situados bajo el parque urbano.
El complejo también cuenta con varios patios, donde los arquitectos crearon un interesante juego de curvas y senderos que hacen del proyecto un espacio de gran originalidad y belleza.