El mangaka Kentaro Miura es conocido en todo el mundo por haber dado vida a Berserk, historia medieval-fantástica que ha vendido más de 50 millones de ejemplares.
Esta historia de fantasía oscura apareció por primera vez en 1989 y desde entonces se volvió en todo un fenómeno.
El cómic, ambientado en un universo sombrío y apocalíptico, cuenta la historia de Guts, un guerrero solitario perseguido por fuerzas malignas que busca vengarse de su ex maestro.
Fue tal el impacto que Berserk también contó con dos adaptaciones como una serie de anime, en 1997 y en 2016, además de una trilogía de películas animadas y tres videojuegos.
Pero el artífice de todo esto fue Kentaro Miura, un extraordinario artista japonés del que poco se sabe. Sus ilustraciones llaman la atención por lo detalladas y hermosas que son, además de que cuentan con una sofisticación fuera de serie.
Sus dibujos, hechos en pluma y tinta durante la mayor parte de su carrera, han sido comparados con las pinturas del maestro del Renacimiento holandés Hieronymus Bosch debido a su complejidad.
Los mundos imaginarios de Miura tienden hacia lo infernal, con momentos de lo sublime, pero la gran mayoría están compuestos por cadáveres, esqueletos, monstruos y, en uno de los momentos cruciales de la historia, un eclipse gigantesco y siniestro.
Kentaro Miura nació el 11 de julio de 1966 en Chiba, una ciudad al este de Tokio. Sus padres eran artistas, por lo que para él este universo, el de la imaginación y la belleza, no era desconocido.
Creó su primer manga para sus compañeros de clase cuando tenía 10 años y ganó su primer premio cuando apenas era un adolescente.
Kentaro Miura, que murió el año pasado a los 56 años, dedicó toda su vida a crear extraordinarias historias y mundos paralelos, lo que se convirtió en su gran legado para nuestra fortuna.