La Cineteca Nacional está de manteles largos con la espectacular retrospectiva que presenta hasta el 13 de junio de Osamu Tezuka, reconocido por millones como el Dios del Manga por las aportaciones que realizó a este medio.
Sin Tezuka el anime no sería ni remotamente lo que conocemos hoy en día debido a que sorprendió al mundo por contar con un innovador estilo visual que se inspiraba en el cine al utilizar varios tipos de viñetas y descomponer el movimiento de las imágenes.
Osamu Tezuka nació el 3 de noviembre de 1928 en la ciudad de Toyonaka en Osaka, Japón, y entre sus obras más famosas se encuentran Astro Boy, Kimba, el León Blanco y La Princesa Caballero, entre otras.
El Padre del Manga, como también era conocido Tezuka, fue el responsable de llevar los ojos grandes a la animación japonesa, inspirándose en dibujos animados occidentales como Mickey Mouse y Betty Boop.
Gracias a este genio fue que la manga, un género que casi había desaparecido durante la Segunda Guerra Mundial, revivió y obtuvo una mayor proyección.
Con solo 17 años de edad, Osamu Tezuka logró vender su primera historieta donde tomaba en cuenta a aquellos lectores que como él querían mucho más que leer un breve relato y que deseaban escapar de la pobreza y la destrucción que había dejado la Segunda Guerra Mundial.
En aquella época (década de los 40 y 50) el manga se convirtió en un medio de distracción sumamente accesible para muchos jóvenes durante la posguerra, además de que podía ser compartido sin mayor problema y daba pie a realizar múltiples lecturas.
La importancia del trabajo de Tezuka radica en que creó increíbles historias donde las aventuras y ciencia ficción imperaban, lo que fascinaba a los japoneses pues este era el medio por el que escapaban de su realidad y lograban sumergirse a otros mundos en los que no existían las tristes secuelas de la posguerra.
En 1951 creó al emblemático personaje Tetsuwan Atom, mejor conocido como Astro Boy, el cual se convirtió de inmediato en un verdadero éxito pues narraba la historia de un niño robot con habilidades como súper fuerza y el poder de volar.
La importancia de este personaje radica en que la manga alcanzó una popularidad nunca antes vista tanto a nivel local como internacional, pues contaba con su propio programa de televisión (el primer anime con dicha presencia), otro de radio y juguetes.
En febrero de 1989 Japón se vistió de luto por el fallecimiento de Osamu Tezuka, quien a través de sus asombrosas historias ayudó a construir el imaginario de una de las naciones más importantes del mundo.
Si mueres de ganas de ver alguna de las películas del Dios del Manga, por acá te dejamos la página en la que podrás consultar las fechas y horarios en que serán proyectadas.