El arte es, sin duda alguna, una poderosa arma, una forma de resistencia, y es precisamente por eso que es tan importante que las obras de artistas como la iraní Shirin Neshat sean vistas.
Shirin Neshat es una de las artistas más representativas del arte iraní contemporáneo, con una importante producción audiovisual y fotográfica, cuyas obras se caracterizan por mostrar el papel que juegan hoy en día las mujeres en la sociedad islámica.
La fotógrafa, nacida en Irán en 1957, emigró a los 17 años Estados Unidos para estudiar arte gracias a que su padre la incentivó para que adquiriera la mejor preparación académica posible.
Mientras Shirin Neshat estaba fuera de su país, la Revolución estalló, lo que trajo como resultado una reestructuración política y la instauración de una sociedad tradicional islámica en Irán.
Lo anterior hizo que la familia de Neshat perdiera por completo su seguridad financiera y su vida diera un giro de 180 grados.
Debido a esto, Shirin Neshat decidió quedarse en Estados Unidos así que se instaló en San Francisco para estudiar en el Dominican College y luego se incorporó a la Universidad de California, en Berkeley, donde estudió arte.
Después de graduarse, se trasladó a Nueva York y se casó con Kyong Park, un comisario de arte coreano que había fundado y dirigía la galería de arte experimental Storefront for Art and Architecture.
Pero su vida profesional y personal se verían impactadas por el viaje que decidió hacer en 1990 a Irán debido a que en este experimentó en carne propia la gran diferencia entre la cultura iraní que conoció durante su niñez y temprana juventud y la que después encontró a su regreso.
Fue tal su impacto que decidió plasmar lo que veía y sentía en sus fotógrafas ya que jamás había estado en un lugar en el que la ideología tuviera tanto peso.
A partir de ese momento su obra se empezó a centrar en las dimensiones sociales, culturales, políticas, religiosas e ideológicas propias a los conflictos que viven las mujeres en las sociedades musulmanas contemporáneas, aunque actualmente también aborda la importancia de la diversidad cultural.
Las obras de Neshat se volvieron realmente famosas gracias a que estableció un discurso crítico contra los estereotipos occidentales, pero también porque abordó bellamente contextos sociales y políticos de Oriente.
El poder de Shirin Neshat radica es que es una artista visual comprometida con el papel de la mujer y la visibilización de Oriente desde el exilio, lo que resulta crucial en un mundo totalmente convulsionado.