La arquitectura es un fenómeno en constante evolución que acompaña de cerca a la sociedad en su progreso tecnológico y evolutivo, por ello su adaptabilidad a nuevos terrenos y requerimientos es vital para la perdurabilidad de su disciplina y de la especia humana.
En este sentido, el arquitecto Christopher Daniel del estudio Violent Volumes creó un concepto de casa prefabricada para ser ensamblada y desarmada en escasos minutos.
Diseñada bajo un concepto sencillo a partir de una lámina que se enrolla y envuelve la vivienda, la casa está compuesta por dos fachadas acristaladas, cuya transparencia se controla electrónicamente.
La lámina envolvente está hecha de paneles de fibra de plástico reforzado y fibra de carbono, lo que ayuda a que el edificio sea muy eficaz.
Tanto en su estructura como en el resto de materiales, es un edificio que está modulado para facilitar su transporte, mientras permite un cómodo montaje-desmontaje en el sitio.
Otro aspecto interesante de la vivienda es la terraza exterior, que no es más que una prolongación de la lámina que protege el edifio y ofrece una superficie pavimentada para desarrollar diferentes actividades en el aire.
Finalmente, la puerta de entrada está camuflada en la fachada inclinada, se abre hidráulicamente y está controlada por un sistema electrónico de seguridad.
Lo que convierte a la California Roll House en un prototipo bastante plausible de las últimas tecnologías aplicadas en arquitectura.