El artista plástico Christo comenzó su trayectoria creando obras mucho más pequeñas que por las que se hizo mundialmente famoso, como cuando envolvió el Reichstag de Berlín o el Pont Neuf de París.
Cuando huyó de la Bulgaria comunista a París, los recursos con los que contaba Christo fueron súper limitados por lo que decidió crear sus primeras esculturas envueltas utilizando objetos cotidianos como libros, latas, botellas y, ya cuando encontró un estudio más grande, viejos barriles de petróleo.
Hoy, a dos años de su fallecimiento, algunas de las más raras y poco conocidas obras de aquella época, la de sus inicios, están siendo presentadas en una nueva exposición organizada por la Galería Gagosian de París.
Este lugar, ubicado a pocos pasos del que fuera su primer estudio del arte, exhibe 25 obras creadas por Christo entre 1958 y 1963, es decir, antes de que empezara a colaborar con su esposa, Jeanne-Claude.
Esta exposición, por decir lo menos, permite conocer otra faceta del artista, algo así como saber quién era Christo antes de convertirse en todo un icono.
La muestra se convierte en una gran oportunidad para el espectador de conocer algunas de los obras que creó en el inicio de su carrera, así como de ver con los objetos con los que experimentó antes de dar vida a sus icónicas piezas envueltas.
Con el evento organizado por Gagosian, las personas pueden percatarse de lo mucho que le influyó el ambiente que le rodeaba en París cuando llegó de Bulgaria y vio obra artística de vanguardia por todas partes.
Nacido como Christo Vladimirov Javacheff en Bulgaria, el artista estudió en Sofía pero desertó hacia el oeste en 1957 así que se fue de polizón en un tren de Praga a Viena y luego de Ginebra a París, donde conoció a Jeanne-Claude Denat de Guillebon, quien se convirtió en su esposa y socia artístico hasta su muerte en 2009.
Wrapped Cans (Group of Seven), 1958. Christo. Fuente: Gagosian
Como es bien conocido, la pareja decidió mudarse a Nueva York en 1964, donde pasaron sus primeros tres años como inmigrantes ilegales e hicieron una vida juntos.
Entre las joyas que se exhiben en esta muestra se encuentra una de las pocas estructuras de barriles hechas por Christo porque la mayoría de ellas fueron destruidas cuando la pareja decidió irse a Nueva York.
El hilo común a través de todas estas obras es que Christo jugó con las texturas y cómo, desde el inicio de su trayectoria, a finales de los años 50, se interesó por la forma cilíndrica, las latas y los barriles.
Hoy, más que nunca, estas primeras creaciones cobran sentido debido a que la última obra de arte que Christo concibió antes de su muerte, en mayo de 2020 a los 84 años, fue la Mastaba, una estructura de 150 metros de altura y 300 metros de largo hecha de 410 mil barriles de acero multicolor que se espera se instale en el Desierto de Liwa, en los Emiratos Árabes Unidos.
Two Wrapped Chairs, 1961. Christo. Fuente: Gagosian