La exposición Botticelli: Artist and designer, del Museo Jacquemart-André, reúne más de 40 obras de Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi, mejor conocido como Sandro Botticelli, artista que dominó el horizonte artístico florentino.
El pintor nació, creció, trabajó y fue enterrado en el barrio de Ognisanti, en Florencia, Italia.
En la Via Nuova, hoy Via de la Porcellana, abrió un taller destinado a satisfacer una alta demanda debido a la alta calidad de su trabajo artístico, aspecto que es analizado en esta muestra.
Pero la posición de Botticelli cambió por completo cuando fue convocado para realizar tres grandes frescos en la primera fase de la decoración de la Capilla Sixtina. En ese momento consolidó su trayectoria y se hizo de una gran reputación, la cual prevalece hasta la actualidad.
Filippo Lippi fue su maestro, pero cuando su trabajo empezó a tener más demanda este no tardó en tomar a su hijo, Filippino, como ayudante. A él se sumaron varios pintores que participaron en el desarrollo y ejecución de muchas de sus obras.
La muestra del Museo Jacquemart-André analiza la delgada línea que separa las obras de la mano del maestro de aquellas en las que intervinieron sus discípulos.
Otro tema que se analiza en esta exhibición es que, aunque Botticelli es hoy conocido por sus pinturas mitológicas, su producción fue en su mayor parte religiosa: grandes piezas destinadas a retablos y una larga serie de variaciones sobre el tema de la Virgen y el Niño.
Las condiciones de cada proyecto se fijaban en el contrato que definía el encargo. En la mayor parte de los casos, el capobottega, es decir, el maestro de taller y en este caso Botticelli, se encargaba de la composición, el dibujo y la pintura de elementos que el cliente exigía, como los rostros y las manos de ciertos personajes de la obra. El resto podía ser completado por sus ayudantes.
Si un cliente decidía que la obra fuera pintada íntegramente por el maestro Botticelli, el costo de la misma se encarecía enormemente, por lo que solo los más poderosos y ricos, generalmente emparentados o relacionados con la familia Médici, podían darse dicho lujo.
Esta extraordinaria muestra, que permanecerá abierta al público hasta enero del 2022, aborda aspectos no tan conocidos del trabajo de Botticelli, como el diseño de tapices, y que su taller artístico llegó a funcionar como una especie de fábrica artística.