El diseñador gráfico alemán Otl Aicher fue uno de los cofundadores de la Escuela de Ulm y es conocido a nivel internacional por haber diseñado logotipos e imágenes corporativas para Lufthansa o Braun y la señalética de los Juegos Olímpicos de Munich.
Cabe señalar que Otl Aicher y la Escuela de Ulm resultaron cruciales en la reparación de los daños morales en la sociedad alemana y europea de posguerra.
Dichos daños, Aicher los sufrió en primera persona, pues no solo fue perseguido por su resistencia antinazi, sino que su propio origen se basa en un trauma: el asesinato de Hans y Sophie Scholl, hermanos de Inge, esposa de Aicher y fundadora junto con éste de la institución que cambió la historia del diseño del siglo XX.
Aicher inventó los pictogramas deportivos popularizados en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 que más tarde han sido aplicados a la señalética en todas partes.
Otl Aicher trabajando en su estudio, en el diseño de tipografías. Fuente: AD Website
Debido a esto, el corporativismo lo considerada como uno de los padres del branding, pero su trabajo fue mucho más allá.
La gran aportación de Otl Aicher consistió en emancipar al diseño de la hegemonía del arte y la artesanía. Básicamente introdujo la razón y el cientifismo en el diseño a través de una mirada clínica de claridad conceptual.
Este gran visionario siempre hizo hincapié que, a diferencia de la ciencia, el diseño incorpora una dimensión moral y, por tanto, participa de los valores culturales y sociales, lo que revolucionó por completo al diseño.
Sin lugar a dudas Otl Aicher fue un gran, pero gran diseñador y también un excelente poeta, filósofo, artista. También escribió numerosos libros, como El mundo como proyecto, en los que, a partir de sus dudas, esbozó una filosofía del hacer, además de que dibujando pudo retratar a la perfección el tiempo en que le tocó vivir.
Justo antes de morir, Aicher completó el círculo de sus habilidades y esculpió en barro, de memoria, los bustos de Hans y Sophie Scholl, lo que mostraba otra más de sus facetas pero también le permitió reconciliarse con todo aquello que lo había marcado de joven.