Eric Thompson nació y creció en Kansas. Siempre dibujó. De pequeño su inspiración provenía de las Tortugas Ninja, Michael Jordan y el arte de la colección de vinilos de su padre.
Las portadas de álbumes ilustradas de Neon Park, como Little Feat’s Waiting for Columbus, le enseñaron a Eric que se sentía atraído por la puesta en escena inusual y, a veces, por enigmáticos e inquietantes temas. Además se encontraba su gran admiración por la estética de artistas como Salvador Dalí y Georgia O’Keeffe.
Actualmente Eric trabaja en el departamento creativo de una agencia de publicidad y como ilustrador freelance. Su arte, de una forma inusual y bastante colorida, explora la conexión de todas las cosas: sus interacciones, la extensión del espacio que las rodea y lo maravillosamente extraño que es que algo exista.
Fue a finales de los 90 cuando comenzó su trayectoria en el mundo de diseño gráfico, en un curso de introducción al diseño que se impartió en la secundaria que estudiaba. Aquello, literalmente, cambió el rumbo de su vida.
Cuando se encontraba en la universidad, Eric decidió especializarse en ilustración porque dibujar era lo que realmente amaba hacer así que, sin titubeo alguno, lo hizo aunque sabía que el caminado que le esperaba no era nada sencillo.
Para poder encontrar su estilo, este artista decidió utilizar a través de los años todo tipo de medios. Gracias a esto fue como descubrió que pintando digitalmente es como puede dar mejor vida a todo lo que existe en su cabeza.
Aunque Eric Thompson prefiere lo digital, esto no incluye la creación de NFTs debido a que lo ve como otra forma de expresión, pero no una artística. Para este resulta crucial que un artista cuente con libertad para elegir su plataforma para trabajar y que los compradores aprecien lo que cada uno les puede ofrecer.
En cuanto a la enigmática estética de sus creaciones, hay que considerar que Eric Thompson nació en los años 80, por lo que creció con técnicas de rotoscopia brillantes en el cine. Algo sobre dichos efectos y la iluminación asociada siempre está plasmada en sus creaciones.
Lo que más le interesa plasmar a Eric Thompson en sus ilustraciones es cómo interactúan los elementos en una composición, el cómo se relacionan entre sí para después crear una especie de narrativa oculta y brindar al espectador algo místico y totalmente diferente.