Hoy invocamos a los fantasmas de Neşe Erdok, es decir, sus figuras casi hechas sombras que parece que padecen de soledad y tristeza.
Neşe Erdok, nacida el 26 de agosto de 1940 en Üsküdar, Estambul, fue hija de unos immigrantes originarios de Skopje. Su padre, Şinasi Erdok, era un oficial militar, y debido a su trabajo, la familia se mudaba de pueblo en pueblo con frecuencia, por lo que Neşe fue educada por primera vez en Üsküdar, pero continuó la escuela primaria en Ankara, y no fue hasta Erzincan, ya entrada en su infancia, que se adentró por primera vez al arte a través del maestro Neşe Erdok, quien le inspiraría a crear su propio estilo.
Erdok, a través de los años, ha dicho que el primer momento en que se dio cuenta de que la joven tenía talento fue en la clase de pintura en el primer grado, cuando la profesora de pintura, Turgut Minez, le compartió su brillante talento.
Fuente: Soseul Jeong
Juntos, los maestros le aconsejaron a la joven que se matriculara en la Academia de Bellas Artes. Tras enrolarse y destacar en sus primeras clases, fue enviada a Alemania y luego a Madrid, donde estudió español, literatura y cultura durante el año académico 1965 antes de ser enviada a París para estudiar con profesores de francés entre 1967 y 1972.
Cuando finalmente regresó, fue admitida en el taller Bedri Rahmi Eyüboğlu. Instalada de regreso en su país, se dejó influenciar por los movimientos de la pintura turca moderna, uniéndose al grupo Newcomers, que rechaba el arte no figurativo, individualista y apolítico en la década de 1970.
En 1972, comenzó a trabajar como profesora junto a otros maestros de su gremio, junto a ellos interpuso la sensibilidad dramática sobre todas las cosas tanto en docencia como en sus pinturas, adoptando el estilo figurativo individualista bajo la fuerte influencia del realismo socialista soviético, creando un estado de ánimo patético para sus figuras.
Aunque nunca ha aceptado que el realismo socialista ha sido parte vital de su pintura, ella define su arte como la pintura de los subalternos o de los olvidados o no reconocidos.
En 1977, Neşe obtuvo su Ph.D con la tesis La dialéctica mirada-espacio en la pintura figurativa y abrió su primera exposición individual en la Academia de Bellas Artes. Para 1978, se unió a las exposiciones de Pintura turca en Moscú y Bakú, definiendo su lugar en la corriente contemporánea de su país.
En 1981, obtuvo el título de Profesora Asistente a través de su disertación El retrato es una señal social, y el mismo año ganó el premio Vakko, que la convirtió en profesor asistente en la Academia Estatal de Bellas Artes de Estambul en 1990.
Se retiró en 2008 después de 36 años de dar conferencias. Hoy, a sus más de 80 años, la artista se mantiene vigente vendiendo sus obras y prestándolas a las galerías de Europa y Amérca. Algunas de sus piezas se han exhibido en museos como el Museo Estatal de Estatuas y Pintura de Estambul, el Museo de Arte Moderno de Estambul y el Museo de Arte Norton Simon en los Estados Unidos.