La fotógrafa australiana Petrina Hicks es una experta en capturar el lado más desconcertante de la belleza.
Sus imágenes suelen contar con todo el brillo y el glamur de la fotografía comercial, pero siempre tienen detalles inesperados que hacen reflexionar sobre la gran obsesión que actualmente tenemos por el atractivo físico y el consumismo.
Algo que resulta bastante interesante sobre el trabajo de Hicks es que esta ha estado trabajando desde 2003 con una modelo llamada Lauren que tiene albinismo pues le resulta, literalmente, como un lienzo en blanco.
"Estoy muy interesada en la naturaleza efímera o espiritual de las personas, pero también estoy muy interesada en la escultura, la piedra y el mármol, así que trato de hacer que la obra se encuentre entre un fantasma y una escultura", explicó Petrina en entrevista con The Sydney Morning Herald.
Hercules, 2021. Petrina Hicks. Fuente: Petrina Hicks Website
Por lo tanto, para un artista que busca hacer que la piel parezca piedra, la etérea Lauren resulta un sueño hecho realidad.
En cuanto a cuándo esta talentosísima artista halló su camino resulta que lo hizo mientras estudiaba periodismo, por lo que no dudó ni un minuto y cambió de carrera. Poco tiempo después se graduó de la ANU School of Art con una licenciatura en fotografía.
A principios de la década del 2000, Petrina trabajó como fotógrafa comercial hasta que su ojo artístico se apoderó de ella y decidió apostar por dicho camino.
Así, poco a poco, esta fotógrafa decidió empezó a experimentar para hacer pasar un trabajo comercial por una obra de arte y luego una obra de arte por una imagen comercial.
Con el transcurso de los años Petrina Hicks encontró su estilo y halló en la historia del arte y la mitología, especialmente la griega, además de mujeres, niñas y animales una gran fuente de inspiración.
Lo que resulta maravilloso del trabajo de esta fotógrafa es cómo, a través de surrealistas y sofisticadas composiciones, reivindica el cuerpo femenino y todo lo que este representa.