El fotógrafo y activista Kwame Brathwaite, cuyas elegantes imágenes obligaron a apreciar la belleza negra, inspirando a varias generaciones de artistas que lo sucedieron, murió a los 85 años.
Desde finales de los años 50 y a lo largo de los años 60, el fotógrafo estadounidense utilizó sus impactantes imágenes para derrocar los estándares de belleza populares que excluían a las mujeres de color y popularizando el eslogan Black Is Beautiful (Lo negro es hermoso) a lo largo del camino.
Brathwaite fue el cofundador de la African Jazz-Art Society and Studios –un colectivo de artistas, dramaturgos, diseñadores y bailarines– y un gran apoyo para las modelos Grandassa –un grupo de jóvenes mujeres activistas de la moda que se formó en los años 60 en Nueva York para recuperar la estética africana en su forma más elevada. El grupo diseñaba, confeccionaba y modelaba su propia ropa con un gran éxito de ventas –y apareció en innumerables fotos de Brathwaite.
Hasta el día de hoy, la influencia de Brathwaite puede sentirse en la música (fotos de leyendas como Bob Marley y Miles Davis son algunas de las más icónicas), la política (basta ver su influyente documentación de la toma de posesión de Nelson Mandela) y la moda, pues sus fotografías formaron parte de importante campañas como la de Fenty, propiedad de LVMH.
Sikolo Brathwaite con un tocado diseñado por Carolee Prince. Kwame Brathwaite. Foto: NPR
Kwame Brathwaite también documentó la cotidianeidad, los momentos de esperanza y lucha.
Si bien el trabajo de Brathwaite recientemente ha logrado reconocimiento en forma de retrospectivas y monografías de museos, su fotografía ha actuado durante muchas décadas como una fuerza guía para muchos. Ha aparecido en publicaciones y portadas de álbumes, y se le atribuye el inicio de nuevas formas de representación, particularmente para las mujeres negras, por lo que su legado permanecerá.