La arquitecta japonesa Azusa Murakami y el artista británico Alexander Groves formaron Studio Swine para acercar, a través de sus fascinantes instalaciones, a las personas con la naturaleza.
El nombre del colectivo, que fundaron tras conocerse en el Royal College of Art de Londres en 2011, hace alusión a la amplia exploración interdisciplinaria (Super Wide Interdisciplinary New Explorers) que realizan.
Resulta interesante que Murakami y Groves son conocidos por crear un complejo cuerpo de trabajo donde los límites entre la tecnología y las fuerzas naturales se disuelven para así crear fenómenos antinaturales utilizando materiales reales que involucran todos los sentidos de los espectadores.
Cabe subrayar que lo anterior va más allá de los tradicionales estímulos visuales a los que estamos acostumbrados, como las pantallas planas y los proyectores.
Infinity Blue, instalación de 20 toneladas, es considerada la escultura de cerámica más grande del mundo. Fuente: Dezeen
A través de las diversas instalaciones que han creado a lo largo de varios años, este par de artistas ha podido explorar temas de identidad regional y el futuro de los recursos en la era de la globalización.
El frágil estado del planeta y la urgencia por encontrar soluciones sostenibles, han impulsado la investigación de Studio Swine sobre nuevos e innovadores materiales.
Sus instalaciones sensoriales resultan cautivantes, por decir lo menos, debido a que siguen la tradición de los artistas que emulan a la naturaleza.
De la misma forma que las civilizaciones antiguas construyeron estructuras para trazar el paso del sol o las primeras pinturas rupestres para representar el mundo natural, Azusa Murakami y Alexander Groves persiguen el deseo de usar el arte para conectar y reverenciar los sistemas naturales de los que dependemos como humanos.
En la gran mayoría de sus instalaciones, Studio Swine emplea tecnología para evocar tanto los orígenes primitivos como los mundos futuros.
A Murakami y Groves les gusta mucho usar la tecnología en todas sus obras, pero ven a esta como una herramienta para lograr algo más importante, que es difuminar el límite entre lo artificial y lo natural, y mostrar el cómo coexistimos en un mundo donde la tecnología y el ser humano pueden estar más cerca.