Rose Beuret, la musa silenciosa de Rodin

12 de Noviembre de 2021 a las 09:41 hrs.

 

Para que Rose Beuret se casara con Auguste Rodin pasaron nada más y nada menos que 53 años, es decir, toda una vida.

Ese tiempo, en el que Rose esperó por Rodin, a quien llamaba "Señor Rodin o mi señor”, el sufrimiento la consumió. Pasó toda una vida en silencio, acompañando a uno de los más grandes artistas.

Rose, la musa silenciosa de Rodin, aguardó a que él siempre volviera de su taller o de sus escapadas con mujeres, con muchas de sus modelos, pero, especialmente, con Camille Claudel. 

Durante décadas fue vista por el círculo cercano de Auguste Rodin como una simple costurera que no carecía de belleza ni pasión alguna por el mundo del arte.

 

Marie-Rose Beuret, lavandera de profesión, nació en 1844. Su padre, Etienne Beuret, trabajaba en los viñedos, y su madre, Scholastique Clausse, se ocupaba del hogar. Eso es todo lo que se sabe sobre ella y de su familia.

El año de 1864 la marcaría de por vida, pues conoció a Auguste Rodin, el último de los grandes escultores clásicos, el primero de los grandes escultores modernos. Dicho encuentro daría un giro inesperado a su vida.

Rodin nació el 12 de noviembre de 1840. Sus destinos se encontrarían, pero para ello debieron pasar varios años. Aquel encuentro se dio cuando Rose tenía 24 años y Rodin, 26.

Dos años antes, en el otoño de 1862, el mundo de Rodin sencillamente se vino abajo debido a que su hermana María había muerto. Auguste perdió a su confidente, a su amiga más querida y a su mecenas moral. 

A partir de su muerte, el joven artista se vuelca, como lo había hecho María, en la religión. Después de que su novio, el pintor Barnouvin, se casa con otra, ella entró al convento. Rodin tenía entonces que entrar también en el noviciado, pues quería seguir sus pasos. El gran problema al que se enfrentó: no dominaba el latín.

 

Auguste Rodin estaba triste y deprimido, pero trabajaba en la casa de los albañiles-decoradores y eso lo consumía, además de que le dedicaba mucho tiempo al dibujo.

Precisamente ahí fue cuando conoce a Rose. A partir de su encuentro, se enamoran y ella le sirve como modelo y decide vivir con él.

La tía de Auguste, Therese Cheffer, es quien dos años después avisa a su familia que su sobrino vive en concubinato con Rose Beuret y que esta tenía un hijo de una relación previa. La familia los acepta sin mayor problema, pero deciden no casarse. 

Los primeros años de la pareja fueron muy difíciles. No tenían dinero y siempre vivían al día. El gran problema no fue ese sino que con el paso del tiempo él adquirió fama y sus infidelidades estaban en boca de todos. Mientras tanto, ella seguía siendo su mujer, aquella que trabajaba para mantener su hogar y sencillamente se quedaba horas frente a él cuando necesitaba una modelo urgente.

 

El episodio más duro, en el que sufrió más fue cuando Rodin conoció y se enamoró de Camille Claudel. Siete años soportó la pasión de Rodin por Camille.

Los años pasaron y su historia continúo. Auguste Rodin no solo se volvió famoso sino rico, pero eso no cambiaba nada. Ella siempre fiel, él siempre en busca de nuevas aventuras, pero siempre junto a Rose Beuret.

El 28 de enero de 1917 se casaron, es decir, 53 años después de que empezaron a vivir juntos. Dos semanas después de la ceremonia, Rose, Madame de Rodin y su eterna musa, murió y dicen que con una sonrisa en los labios. 

Auguste Rodin, quien murió el 17 de noviembre de 1917, y Rose Beuret están sepultados juntos en Meudon, Francia.