John Cage (1912- 1992) fue un músico, artista, inventor y filósofo norteamericano, y miembro del movimiento Fluxus. El silencio y el sonido para Cage fueron elementos de constante reflexión e investigación en sus obras.
La corriente Fluxus (del latín “flujo”) hizo ante con todos los elementos ajenos al arte para criticar a la sociedad de consumido y conformista del sistema establecido. Entre los miembros Fluxus estuvieron Yoko Ono, George Maciunas, Carolee Schneemann, Alison Knowles, Nam June Paik, entre otros.
A principio de la década de los 50, Cage construyó una cámara anecoica, una habitación tecnológicamente preparada para el silencio en la cual no entra ningún ruido y sirve para probar aparatos.
En una ocasión, el autor estaba dentro de ella y escuchó dos ruidos. Pensó que la cámara se había averiado y llamó al encargado quien le pidió describiera esos sonidos. El sonido más bajo resultó ser su sistema nervioso funcionando, y el más fuerte era su circulación sanguínea.
Así fue como descubrió que el silencio no existe, porque siempre habrá sonidos dentro de nosotros o de la vida diaria que son artísticos que solo pueden ser captados con actitud artística o creativa, según Cage.
En su obra “Cuatro minutos y treinta y tres segundos” (4´33"), Cage no agregó ninguna nota musical. Solo escribió una partitura con tres movimientos para una orquesta y su director, quienes se reúnen en una sala de conciertos y al momento de ejecutar la pieza, el silencio produce sonidos diferentes.
Los directores de orquesta que se han atrevido a hacer el performance en diferentes recintos de todo el mundo, han experimentado la presión del público acostumbrado a escuchar música de instrumentos y que se pone un tanto nervioso por no escuchar nada. Al final, el resultado es sorprendente para los músicos y para los asistentes.
Otra obra controversial de este autor es el “piano preparado”: a un piano se le colocan entre las cuerdas lápices, monedas, tornillos y otros objetos para obtener un sonido distinto al tradicional.
Las composiciones de Cage no eran aceptadas por su complejidad e innovación en los círculos de especialistas, sin embargo, su música se adaptó perfectamente en la danza y sus bailarines, por ello compuso varias obras para la compañía de danza de Merce Cunningham.