Rachel Howard (1969) es una artista británica que en la década de los noventa fue la primera asistente de Damien Hirst.
Creció en una granja en Easington, Country Durham y estudió en una escuela cuáquera, detalle que marcó su adolescencia y que le hizo cuestionarse sobre temas relacionados con la religión, mismos que han tenido un efecto profundo en su trabajo.
Howard conoció a Hirst en el Goldsmith’s College de Londres, en ese tiempo, la artista trabajaba como camarera y su vida dio un vuelco al colaborar con Damien.
Hirst necesitaba a alguien que pintara manchas, así que Rachel decidió unirse al artista y fue así como se convirtió en su única asistente.
De alrededor de mil 500 pinturas de Hirst, quizá las mejores hayan sido pintadas por Rachel Howard.
En el mundo del arte es reconocida por sus impactantes pinturas abstractas y descaradamente emotivas.
Howard define sus pinturas como una oda a la locura y la melancolía en las que busca reflejar la manera en la que el ser humano le da sentido al mundo.
Asegura que esa necesidad del ser humano de creer en algo es una fascinación que ha trasladado a sus obras.
Sus Pinturas suicidas se mostraron en la Fundación Bohen en Nueva York (2007). La artista encontró inquietante este tema por representar un tabú de la sociedad.
El material de origen de esta serie provino de la búsqueda de imágenes de este tema en revistas forenses y sitios de internet.
Su serie Sin Paintings compuesta por siete lienzos monumentales fue exhibida en una exposición individual titulada Guilty, en la Fundación Bohen, en Nueva York (2013).
En 1992, Howard fue galardonada con el Premio Prince’s Trust y en 2008 recibió el Premio del Consejo Británico.
Actualmente se dedica a la crianza de ovejas, es madre de cuatro hijos y se mantiene alejada de los reflectores del arte.