Una artista de visión intransigente y una narradora sin igual, Paula Rego permanece como un pincel que aportó una inmensa perspicacia psicológica y un poder imaginativo al género del arte figurativo.
El arte radical de Rego está erizado de imágenes inquietantes, así como de un sentido de lo "hermoso grotesco", como ella lo ha dicho.
Encantadora, magníficamente lograda, a veces incluso decorativa, o aparentemente, sus obras de arte pueden parecer inocentes en la superficie, pero si uno mira más de cerca, probablemente encontrará algo de horror subyacente, un giro vicioso a la historia, como dedos cortados o una cola. es garroteado.
Fuente: British Vogue
Basándose en detalles de su propia vida extraordinaria, en la política y la historia del arte, en la literatura, las leyendas populares, los mitos y los cuentos de hadas, el trabajo de Rego es en esencia una exploración de las relaciones humanas.
Al estar frente a sus obras, el espectador se da cuenta que su ojo penetrante se entrena en el orden establecido y los códigos, estructuras y dinámicas de poder que envalentonan o reprimen a los personajes que representa.
Paula, nacida en 1935, pinta un mundo de oscuros cuentos de hadas donde las historias de la infancia son sutiles disfraces para intrigas psicosexuales y tabúes, donde reina el realismo mágico, donde nada es seguro excepto los poderes brujos del feminismo y la noción subyacente de que nada es como parece.
Así mismo, sus peculiares mitologías contemporáneas apuntan a una psicología y una sexualidad subyacentes a través de un punto de vista femenino.
Rego estudió en la Slade School of Fine Art, University College London y fue miembro expositor del London Group, junto con David Hockney y Frank Auerbach. Fue la primera artista residente en la National Gallery de Londres, lugar donde se instaló para vivir y trabajar hasta su muerte.
El estilo de Rego fue evolucionado de lo abstracto a lo figurativo, y fue prefiriendo los pasteles a los óleos durante gran parte de su carrera. Con el paso del tiempo, sumó a su trabajo el uso de imágenes cargadas y simbolismo para crear un misterio surrealista para el desentrañamiento.
Los modelos de los personajes principales de los cuentos pictóricos de Rego son personas del entorno de la propia artista o “muñecos” tridimensionales infantiles y grotescos que ella realiza e incorpora a escenas simbólicas y fantásticas.
Pintadas a partir de la observación directa, las modelos retratan sentimientos y traumas individuales, pero también colectivos y femeninos, especialmente en la serie Aborto, que sirve como un manifiesto político que aborda el primer referéndum de Portugal sobre la interrupción voluntaria del embarazo.
Con ese mensaje cargado, las vívidas pinturas de Rego ofrecen un retrato inquietante de la sociedad contemporánea y, al mismo tiempo, de la propia naturaleza humana.
El hilo conductor constante de la obra del artista es la reinvención imaginaria de la literatura de autores como Charlotte Brontë, Eça de Queiroz, Franz Kafka, Hans Christian Andersen o Martin McDonagh, y a través de ellas, Rego busca “integrar historias eternas a nuestra mitología contemporánea y experiencia subjetiva a través de la pintura”.
A pesar de su muerte en 2022, el arte de Rego trasciende el mundo del arte, y hoy en día es anunciada como un ícono feminista y un nombre familiar.