En un movimiento que desafía las convenciones históricas, el Museo North Hertfordshire en el Reino Unido ha anunciado un cambio significativo en la narrativa que rodea al emperador romano del Siglo III, Elagábalo. El museo utilizará pronombres femeninos al referirse al gobernante, respaldando la afirmación de que Elagábalo era una persona transgénero.
Este histórico cambio se basa en la política del museo, que establece que los pronombres utilizados en sus exhibiciones deben ser aquellos que "la persona en cuestión podría haber usado" o cualquier pronombre que sea "a posteriori, apropiado".
Según informes del periódico Telegraph, la moneda acuñada durante el reinado de Elagábalo ha sido parte de exhibiciones temáticas LGBTQ+ en el museo.
Keith Hoskins, concejal del Partido Liberal Demócrata y miembro ejecutivo de artes en el North Herts Council, explicó la decisión diciendo: "Elagábalo definitivamente prefería el pronombre femenino, y como tal, esto es algo que reflejamos al hablar de ella en tiempos contemporáneos".
La controversia en torno a la identidad de Elagábalo se remonta a los relatos de Casio Dión, quien describió al emperador como alguien que era "llamado esposa, amante y reina", y que incluso solicitó que le fabricaran genitales femeninos. Sin embargo, algunos historiadores han cuestionado la interpretación de estos textos, sugiriendo que podrían ser intentos de difamación política.
Andrew Wallace-Hadrill, profesor de clásicos en la Universidad de Cambridge, señaló que los romanos no tenían una noción equivalente a la categoría contemporánea de "trans", y que las acusaciones de comportamiento sexual "como una mujer" eran consideradas como uno de los peores insultos contra los hombres en esa época. Además, Wallace-Hadrill sugiere que el factor racial también podría haber influido, ya que Elagábalo era de origen sirio y no romano.
Este nuevo enfoque del North Hertfordshire Museum no solo despierta el interés en la historia antigua, sino que también plantea preguntas sobre cómo interpretamos y presentamos la identidad de género en el contexto histórico.
El museo ha indicado que colabora con Stonewall, una organización benéfica LGBTQ+, y con la sección LGBT del sindicato Unison para garantizar las mejores prácticas en sus exhibiciones.
Este paso singular del museo subraya la importancia de la sensibilidad y el respeto al abordar la identidad de género, tanto en la historia pasada como en la presente, y destaca cómo las percepciones pueden evolucionar con el tiempo, incluso en el mundo de la arqueología y la historia.