Telmo Miel es el dúo de grafiteros holandeses formado por Telmo Pieper y Miel Krutzmann capaz de combinar estilos de pintura clásica, realismo, abstracción y surrealismo utilizando la herramienta más urbana: el spray.
Retratos hiperrealistas que, en ocasiones, se fragmentan dirigiendo el foco de atención y destacando los detalles de cada uno de los rostros. Animales que acompañan a sus personajes a la vez que funcionan como un resorte dentro de la narración, lo mismo nos sitúan en un contexto concreto como que nos invitan a interpretar una historia que deriva entre el humor, lo absurdo y la fantasía.
La sensación que trasmiten estas composiciones es como si no estuviesen pensadas, como si fuese la intuición la que toma el mando recreándose hasta completar estas enormes fachadas.
Aunque sus personajes son personas anónimas, cotidianas, los artistas les da un sentido de personalidad, desde gestos y expresiones faciales hasta vestimenta muy detallada.
Resulta que el dúo se decantó por emplear spray no solo por su complejidad técnica, sino porque también le parecía la mejor manera de contar historias. Para ellos, el poder estudiar de cerca a los sujetos que retratan e imaginar sus contextos les da vida y es de las mejores partes de su trabajo.
Poder presentar historias de gente ordinaria, e incluso las tradiciones y contextos especiales, se encuentra entre los temas que más motivan a estos artistas.

En diversas entrevistas, este par de artistas han explicado que el dónde plasmen sus obras les resulta casi irrelevante debido a que lo que más disfrutan es en planear el diseño y cómo llevar a cabo la ejecución, sobre todo en los muros de gran formato.
Telmo Miel se divierte desde lo concreto a lo abstracto, pasando por la ternura de un bebé o un gesto de enfado, creando así historias que se cuelan en las calles con unos aerosoles que parecen estar al margen de interpretaciones.