Una de las artistas urbanas más destacadas de la escena bogotana es Diana Ordóñez, mejor conocida como LeDania.
A través de los años, LeDania ha podido desarrollar un lenguaje visual único debido a que sus grafitis y murales pueden ser vistos en todos los rincones de Chapinero, una famosa parte de Bogotá, Colombia.
La etimología de su seudónimo deriva del personaje de la mitología griega Leda, quien fue seducida por Zeus, en combinación con su nombre Diana.
Lo escribió por primera vez a los 15 años y, desde entonces, lo utiliza como firma en toda su obra.
LeDania estudió Artes Visuales en la Universidad Javeriana y desde entonces experimenta con el vinilo y el acrílico hasta que descubrió el aerosol, aproximadamente hace siete años atrás, cuando sus pinturas y bocetos se trasladaron a las paredes de la calle.
No pinta temas políticos o religiosos y se esfuerza bastante por siempre mantener una actitud positiva y obtener la atención de las personas que no acostumbran a ir a las galerías de arte.
El trabajo de LeDania transmite la impresión de constante movimiento y libertad.
En un inicio comenzó con los tonos en blanco y negro y después de que su trabajo se volvió fácil de reconocer por lo mismo decidió empezar a emplear diferentes colores.
La selección del color o la técnica que emplea en cada mural depende principalmente de su estado de ánimo ese día.
A LeDania le gustan los cambios, pero después de un tiempo, siempre decide volver a lo básico, con lo que empezó pues siente que ahí es donde más puede experimentar.
Una fuerte tendencia a la improvisación lleva a menudo a LeDania a tomar una dirección sorprendente. Los principales protagonistas de sus improvisaciones son los animales y los insectos, pues estos le cautivan.
Los complejos y coloridos murales de esta artista colombiana siempre llevan un toque mágico y mitológico. Ha colaborado con éxito con otros artistas callejeros como Skore, Franco y Ark.