Las poéticas máquinas de Liliane Lijn

22 de Abril de 2021 a las 13:24 hrs.
Striped Koans, 1995. Fuente: Espaivisor Gallery
Striped Koans, 1995. Fuente: Espaivisor Gallery

 

Desde principios de la década de 1960, Liliane Lijn se ha dedicado a la exploración del surrealismo, la mitología griega, la identidad femenina y nuevas formas de la tecnología para llevar a cabo su arte.

Nacida en Nueva York en 1939, Lilliane pasó por Suiza y París donde sintió "un estallido sostenido de energía desenfocada" que la llevó a las aulas para estudiar arqueología e historia del arte y asistir a reuniones en el Surrealist Café, donde se encontraba la élite literaria e intelectual.

Visitó museos y tras experimentar con collages y dibujos a tinta, llegó a un estilo de práctica que la llevaría a montar su primera exposición en La Librairie Anglaise en París, donde mostró obras de arte cinéticas llamadas Máquinas de Poemas, donde los cilindros con palabras impresas giran a gran velocidad hasta que se vuelven borrosos y vibran, reflejando que las palabras habían perdido su poder y se debía hacer algo al respecto para detener esta vibración abrumadora, revelando así algunos de los elementos primarios en su trabajo.

 

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Espiral de energía: divino equilibrio, 2018. Fuente: Espaivisor Gallery.
 

Con una intención clara de que la gente pudiera ver los sonidos, Liliane Lijn continuó con su trabajo que interesó a estandartes del surrealismo, quienes veían en la obra de Lijn una máquina reveladora de sueños y el subconsciente. Fue así que la artista nacida en Nueva York conoció en París a André Breton, uno de los fundadores del movimiento surrealista e inventor de la poesía automática

 

Liliane Lijn como voz de las mujeres artistas

 

Una faceta que ha distinguido a Liliane como autoridad en el ámbito artístico y social es la búsqueda por las mismas oportunidades que sus contrapartes masculinas.

Cuando llegó a París, descubrió que había muy pocas mujeres artistas visuales, comprobando que ellas no eran tomadas en serio ni consideradas como artistas profesionales, por lo que comenzó a explorar formas de representar lo femenino en el arte. Por ejemplo, su obra Kõans, inspirada en una palabra japonesa vinculada al budismo zen y la meditación, donde ella se ve como un símbolo de fortaleza femenina.

 

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Zero Gravity Koan, 2004. FuenteLiliane Lijn Sitio Oficial.

 

En esta obra, a medida de que los conos giran fusionando la ciencia y la tecnología con el estudio del viento y las vibraciones, las secciones delgadas hechas de material transparente parecen subir y bajar como líneas curvas, haciendo que la figura pierda su forma.

A través de ejemplos como estos es que Liliane Lijn defendía su principio de que si una obra de arte te hace consciente, te despierta, te ilumina, entonces te ha dado lo mejor que puede darte y todo lo demás vendrá después, demostrando que la ciencia puede ser poesía, que a pesar de cualquier trabajo, el lenguaje y las artes visuales pueden superponerse, y lo femenino puede expresarse tanto con la mente como con el cuerpo.

 

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Crystal Koan, 2018.  FuenteLiliane Lijn Sitio Oficial.

 

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Gravity's Dance, 2019. Fuente:  Liliane Lijn Sitio Oficial.

 

A través de su trabajo, Liliane Lijn crea un espacio visual en el que podemos hacer una pausa, ser conscientes y mirar las cosas con un ojo diferente, y eso es lo que la tiene al frente del arte cinético.