Vincent van Gogh, uno de los genios incomprendidos de la historia del arte, encontró en su obra "El viñedo rojo" no solo un atisbo de reconocimiento durante su vida, sino también una venta controvertida que lo llevó al centro de un tumulto artístico que estuvo a punto de terminar en un duelo. En medio de este enredo, se vislumbró la promesa de un futuro que el artista jamás podría haber imaginado.
Aunque la leyenda de Van Gogh se ha solidificado a lo largo de los años, su confianza en su propio trabajo fue inquebrantable. En una carta a su hermano Theo fechada en octubre de 1888, escribió con una convicción profética: "No puedo cambiar el hecho de que mis cuadros no se vendan. Pero llegará el momento en que la gente reconocerá que valen más que el costo de las pinturas utilizadas en el cuadro".
A pesar de sus luchas personales y la falta de reconocimiento en vida, la historia registra un atisbo de éxito comercial en los últimos meses de la vida de Van Gogh. En 1890, cuatro meses antes de su trágica muerte, se vendió "El viñedo rojo" en una exhibición en Bruselas. Aunque existen indicios de otras posibles ventas, esta transacción es la única que ha sido documentada y oficialmente reconocida.
El proceso que llevó a esta venta estuvo plagado de drama y confrontaciones artísticas. Van Gogh pintó "El viñedo rojo" en una época de felicidad y creatividad en Arlés. En compañía del posimpresionista francés Paul Gauguin, quien más tarde se convertiría en su rival, Van Gogh pintó un paisaje vívido y emocional que reflejaba su aprecio por la naturaleza y el color.
Wheatfield with a Reaper. Vincent van Gogh. Foto: Van Gogh Museum
Este cuadro, un óleo sobre lienzo que captura la vivacidad de un viñedo en otoño, fue exhibido en enero de 1890 en la muestra anual del grupo Les XX en Bruselas. Sin embargo, la inclusión de la pintura en la exposición desató un enfrentamiento desgarrador.
Henry de Groux, miembro de Les XX, despreció la obra de Van Gogh y la calificó de "agente provocador", lo que culminó en una trifulca que casi desemboca en un duelo. Las tensiones llegaron a un punto crítico durante el banquete de apertura del evento, donde las palabras se convirtieron en amenazas y el arte se convirtió en motivo de discordia.
A pesar de este caos, la pintura encontró un comprador en la figura de Anna Boch, una pintora impresionista y miembro de Les XX.
Seascape near Les Saintes-Maries-de-la-Mer. Vincent van Gogh. Foto: Van Gogh Museum
Su adquisición de "El viñedo rojo" por 400 francos marcó un hito en la carrera de Van Gogh y le otorgó una pequeña dosis de reconocimiento financiero y artístico. Sin embargo, Van Gogh no vivió lo suficiente para presenciar cómo su legado artístico conquistaba finalmente al mundo entero.
La historia de "El viñedo rojo" no se detiene en la transacción con Anna Boch. A medida que el tiempo avanzaba, la pintura cambió de manos y se convirtió en parte de la colección del coleccionista ruso Ivan Morosov. La trayectoria de la obra a través de distintos propietarios y su eventual llegada al Museo Pushkin en Moscú subrayan el impacto duradero del arte de Van Gogh en la historia y la cultura globales.
La vida y el legado de Van Gogh están inextricablemente entrelazados con la pintura "El viñedo rojo". Aunque su vida estuvo marcada por dificultades y falta de reconocimiento, la venta de esta obra en medio de un escándalo artístico y la eventual difusión global de su arte a lo largo del tiempo han cumplido la profecía expresada por el propio Van Gogh en su carta a Theo. Su pintura sigue brillando con el mismo ardor y vitalidad que capturó en el vibrante lienzo de "El viñedo rojo".