Con un estilo goyesco de pincelada ágil y tonos puros, el artista urbano Iván Floro crea sobre las paredes con una consideración artesanal y un estilo que resulta intrépido.
A los motivos clásicos de sus gigantescas e hipnotizantes obras suele añadirles elementos completamente contemporáneos, lo que les da un giro inesperado.
Resulta fascinante cómo en cada uno de sus murales hay elementos urbanos, pues recurre a emplear recuerdos de una infancia oscura y la incertidumbre de un futuro cyberpunk.
Con una clara tendencia al impresionismo, Iván Floro es capaz de captar la esencia del imaginario colectivo español tanto en grandes como en pequeñas dimensiones. Para este artista las dimensiones son lo de menos a la hora de crear.
Este artista autodidacta se hizo mundialmente famoso por ilustrar temas del músico C. Tangana, pero llegar a tal punto no le fue del todo sencillo.
A Floro le gustaba dibujar desde niño, pero después de estudiar bachillerato se puse a trabajar y no pintó por un largo tiempo. Con el paso de los años este recuperó la pasión por pintar y gracias a cosas muy puntuales que aprendió en diversos talleres es que dio forma a su ahora tan famoso estilo.
Para inspirarse y conocer más sobre otros artistas, tanto contemporáneos como clásicos, Iván Floro recurre a internet pues es a través de dicha herramienta que puede analizar y disfrutar tranquilamente de las obras que realmente le interesan.
Entre sus artistas favoritos se encuentran el impresionista sueco Anders Zorn y el español Joaquín Sorolla, además de grandes retratistas como el catalán Ramón Casas y el italiano-americano John Singer Sargent.
En cuanto a su incursión en el arte urbano resulta que Iván Floro empezó pintado con sprays en rieras y fábricas abandonadas, por lo que le tiene un especial cariño a esta práctica que asegura forma de sus planes a futuro.