El mundo del arte está por alcanzar nuevas alturas, literalmente. El Códice Lunar, un ambicioso proyecto que reúne una amplia gama de expresiones culturales contemporáneas, se prepara para emprender su viaje a la Luna en un inédito despliegue de arte y conocimiento.
Concebido por Samuel Peralta, un físico y autor canadiense apasionado de las artes y las ciencias, el Códice Lunar se ha convertido en una cápsula del tiempo que recopila obras de 30,000 artistas, escritores, músicos y cineastas de 157 países. Esta vasta colección de arte, poesía, música, películas, podcasts y libros representará un reflejo contemporáneo de la vida en la Tierra, con piezas provenientes de lugares como la devastada Ucrania por la guerra con Rusia y países amenazados por el cambio climático.
El Códice Lunar no solo es una muestra de la diversidad y el talento humano, sino también un homenaje a la persistencia creativa en tiempos de guerras, pandemias y convulsiones económicas. La iniciativa busca plasmar la riqueza cultural y artística que caracteriza a la humanidad, dejando un legado para las generaciones venideras.
Dividido en cuatro cápsulas, el Códice Lunar será transportado hacia la Luna a bordo de una serie de cohetes no tripulados. Cada cápsula contiene un acervo cuidadosamente seleccionado, desde revistas y obras pictóricas hasta música y películas, todo en formato digital y almacenado en dispositivos de memoria o grabado en NanoFiche, un novedoso medio de almacenamiento analógico a base de níquel.
Samuel Peralta ha sido el artífice detrás de este ambicioso proyecto, contactando a los creadores a través de galerías y conexiones editoriales para incluir sus obras de manera gratuita en el Códice. Asimismo, ha recibido obras de artistas que han sido previamente curados por haber participado en exposiciones o catálogos.
La belleza de este proyecto radica en su enfoque global, al reflejar la diversidad de la experiencia humana a través de una amplia gama de expresiones artísticas.
Cabe señalar que el Códice Lunar trasciende fronteras y barreras, uniendo a creadores de todos los rincones del mundo en un mensaje de unidad y creatividad.
Emerald Girl, 2017. Pauline Aubey. Foto: NYT
Esta no es la primera vez que la Luna alberga arte terrestre; desde "El Museo de la Luna", una baldosa de cerámica con dibujos de destacados artistas, hasta la escultura de aluminio "Astronauta Caído", diversos proyectos han dejado su huella en nuestro satélite natural. Sin embargo, el Códice Lunar supera todas las expectativas y se presenta como el proyecto más grande y global de su tipo.
El Códice Lunar aterrizará en la luna gracias al programa de Servicios Comerciales de Carga Lunar de la NASA, que otorga contratos a empresas de ingeniería aeroespacial para crear módulos de aterrizaje y transportar diferentes cargas, incluyendo estas cápsulas con material artístico. En un esfuerzo conjunto, Astrobotic Technology de Pittsburgh e Intuitive Machines de Houston se encargarán de llevar las cápsulas a su destino.
El legado creativo de la humanidad pronto se almacenará en la superficie lunar, preparado para enfrentar los rigores del tiempo y el espacio. Un mensaje en una botella, una cápsula del tiempo de la creatividad humana, que quedará flotando en la inmensidad del universo, llevando consigo la esencia misma de los humanos y su capacidad de crear belleza en medio de las vicisitudes de la existencia.